- 6 -

12.1K 1.4K 155
                                    

Eddie deja de pelear. 

Bueno, intenta dejar de pelear. 

Se esfuerza mucho por no moverse, hasta el punto en que enfurece a Venom lo suficiente como para hacerlo aparecer.

–¿Qué estás haciendo? –Ellos demandan.

No voy a pelear –responde Eddie, luchando por contenerlos. 

–¿Por qué no?

Eddie frunce el ceño – porque debo tener cuidado. 

Yo nos protejo, siempre lo he hecho– gruñe Venom

Eddie se limito a suspirar –venom... Necesito protegerme. 

Yo te protejo.–  El simbionte todavía no lo entiende y Eddie se sorprende de lo lentos que se han vuelto. 

Necesito protegerme a mí mismo y, sobre todo, a nuestro bebé

Venom se enrosca alrededor de su cuello, susurrando enojado –Yo nos protejo – antes de envolver por completo a Eddie.

Eddie está indefenso.

Venom toma el control. 

Excepto que no se trata de cualquier persona a la que se enfrenten. 

Con Carlton Drake desaparecido, nuevos científicos idiotas han decidido enfrentarse a Venom, capturarlos y estudiarlos en una instalación. 

Para contenerlos. 

Atráparlos. 

Quizás incluso... separarlos.

A Eddie le asusta lo que sucedería si lograran detenerlos. 

Después de meses de estar con Venom, de arreglar sus cosas, está aterrorizado de perderlos. 

Incluso si no hay suficientes de esos científicos maníacos, todavía hay algunos que son persistentes y que tienen los medios y el poder para intentarlo. 

Y Venom, el obstinado e imprudente Venom, no dice que no a una buena comida. 

Saben cómo provocarlos. 

–¡Venom Para

–¡No

Eddie entra en pánico cuando ve la artillería pesada apuntándolos, hombres rodeándolos.  Trajeron las armas grandes.

No, no, no

¡Lo único que puede oír es el grito de FUEGO!  Y comienzan a dispararles. 

Eddie debería tener más fe en Venom. 
No es la primera vez que se enfrentan a soldados y científicos locos. 

Pero es la primera vez que tienen algo en qué pensar, algo que proteger a toda costa, incluso si Venom se niega a reconocerlo.

Hay algo dentro de ellos por lo que Eddie morirá de ser nesesario.

Y cuando la primera bala penetra la piel gruesa de Venom, casi alcanzando al propio Eddie, Eddie grita dentro de sus mentes. 

Él también sabe cómo provocar a Venom.

– ¡Ya es suficiente Parásito infantil

Venom se detiene. 

Siempre han detestado esa palabra.

Parásito. 

¡No son un parásito!

La indignación que cae de los hombros de Venom hace que Eddie se acobarde.  Pero es suficiente con que Venom se retire.

Venom estira su brazo hasta que está enganchado al edificio más alto posible y abandonan la plaza en la que estaban rodeados.

Y cuando llegan a casa, Venom empuja a Eddie contra la pared del vestíbulo de entrada y se aleja del estúpido humano hasta que están cara a cara. 

Dientes mortales afilados rascando suavemente el cuello de Eddie, haciéndolo estremecerse.  Quizás lo llevó demasiado lejos. 

Yo No soy un Parásito

Y tan repentinamente como estaba inmovilizado contra la pared, Venom lo deja ir. 

Eddie se desploma en el suelo, respirando con dificultad mientras el miedo y la adrenalina desaparecen de su cuerpo dolorido. 

Se acurruca sobre sí mismo, alrededor de su vientre de manera protectora.  Cierra los ojos, al menos los detuvo. 

Cree que volverá a enfermarse. 

No llega al baño. 

Odia las náuseas matutinas

[ERES MIO] -  SymbrockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora