[ERES MIO] - Symbrock

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Eddie se despierta con lágrimas y un dolor fantasmal que recorre su cuerpo. 

Se despierta con los inquietantes recuerdos de sangre resbaladiza en sus muslos. 

Las pesadillas son demasiado reales y se acurruca alrededor de su bebé indefenso, apenas perceptible pero todavía allí, todavía a salvo. 

Venom aparece lentamente para no asustar a su anfitrión. 

Se envuelven alrededor del cuello de Eddie como una bufanda, los labios presionando dulces besos en su cuello y mandíbula mientras murmuran palabras tranquilizadoras y dulces.

Saben que Eddie tiene miedo, mucho miedo de perder también este bebé. 

Tiene nueve semanas y es casi al mismo tiempo que perdieron a su pequeño.

Pero es diferente. 

Tienen una segunda oportunidad. 

–Estás bien – dicen –está bien.

Eddie niega con la cabeza, con una mano temblorosa sujetando su vientre. 

Venom no puede evitar la forma en que aprietan la mandíbula. 

Saben que Eddie no tiene dolor físico, pero Eddie todavía está sufriendo. 

Todavía duele. 

Venom está comenzando a comprender y sentir sus emociones. 

Están empezando a entender cómo ser humanos. 

–¿Te gustaría ver? –  Venom pregunta.

Eddie inmediatamente niega con la cabeza, las manos cubren su cabeza y los ojos se cierran con fuerza. 

Tiene demasiado miedo para ver lo que encuentran. 

Pero Venom no lo escucha y lentamente retira las mantas del cuerpo tembloroso de Eddie para revelar ... nada. 

No hay nada, no hay sangre, no hay nada. 

–Están a salvo, los dos – tranquiliza Venom. 

Los ojos de Eddie todavía están llenos de lágrimas y su respiración todavía es un poco errática. 

A pesar de su agotamiento, Venom lo cuida. 

Calman a Eddie hasta que el dolor mejora. 

No totalmente desaparecido, pero mejor.

Eddie se está quedando dormido cuando murmura adormilado

–Habrían sido seis meses.

Venom asiente, tragando saliva

–lo sabemos...

Están a punto de arropar a Eddie cuando su anfitrión los detiene y suavemente tira las mantas al suelo. 

Venom frunce el ceño. 

Saben que Eddie tendrá frío, pero entienden lo que está haciendo Eddie, lo que necesita. 

– El Bebé está bien – susurra Venom. 

–¿Estás seguro? – Eddie pregunta suavemente. 

Venom se hunde profundamente en su piel y Eddie puede sentirlos moverse a través de su cuerpo. 

– Sí, el latido del corazón es fuerte – responde Venom.

Eddie no puede evitar respirar aliviado.

Venom aparece de nuevo, esta vez descansando contra su estómago, los dedos delgados golpeando suavemente su vientre.

Eddie se da cuenta de que venom está siguiendo el ritmo del corazón de su bebé.

Se duerme con una pequeña sonrisa y se seca las lágrimas en las mejillas enrojecidas.

Venom, sin embargo, se mantiene despierto.

Nunca admitirán sus propios temores, admitirán que también reviven esa noche.

Los recuerdos del dolor de Eddie, de toda la sangre ... se vuelve su estómago con el recordatorio de que casi también perdieron Eddie.

Que no pudieron salvar a su bebé, que casi no pudieron salvar a Eddie.

Suspiran y envuelven alrededor del vientre de Eddie, un poco más estricto.

Está vez los protegería.

Protegería lo que ama.