[ERES MIO] - Symbrock

- 17 -

Eddie siente frío cuando llegan al hospital. 

Sus pasos son demasiado ruidosos en sus oídos y se siente como si todos los ojos estuvieran puestos en él. 

Venom también los siente.

Esas miradas curiosas que no pueden ocuparse de sus propios asuntos. 

Pero lo logran, Eddie se agacha en la habitación e inmediatamente se dirige hacia Anne. 

La abraza con fuerza y ​​le da a Dan una pequeña sonrisa nerviosa. 

–¿Estás listo? – Pregunta dan.

Eddie asiente, frotando sus manos húmedas en sus jean

–como siempre, lo estamos.

Dan hace lo de siempre. 

Toma los signos vitales de Eddie, su peso y mide la circunferencia de su vientre. 

Eddie no mentirá, está nervioso y un poco aterrorizado. 

¿Qué pasa si algo anda mal con su bebé? 

–No le pasa nada – responde Venom – nuestro bebé está sano. 

Con la ayuda de Venom, Eddie respira profundamente y se sube a la mesa de examen. 

Al ver la máquina de ultrasonido, incluso Venom comienza a sentirse nervioso. 

Dan lo nota

–No debería hacerles daño, pero primero lo encenderé para asegurarme. Si comienza a lastimarte, lo apagaremos

Venom aparece y le da a Dan un asentimiento de aprobación. 

La máquina cobra vida y para alivio de todos, no duele. 

Con las manos enguantadas, Dan levanta con cuidado la camisa de Eddie y tira de sus jeans un poco hacia abajo. 

Venom intenta no ponerse celoso, ser posesivo, pero Eddie lo siente de todos modos. 

Se acerca y toma la mano de Venom en la suya, enviándoles una pequeña ola de consuelo y amor. 

–Está bien Eddie, voy a poner un poco de gel en tu estómago y va a estar un poco de frío – advierte Dan.

Eddie toma una bocanada de aire cuando siente que el gel helado aterriza en la parte inferior de su abultado vientre, su labio inferior temblando por el repentino frío.  Pero pronto Dan presiona la sonda contra su estómago y comienza a hacer clic en la máquina. 

Aguantan la respiración. 

Pronto, la habitación se llena con un silbido que solo puede describirse como alas de mariposa. 

Es un sonido que Venom ha escuchado muchas veces antes, pero nunca dejará de sorprenderlos. 

Es un sonido que Eddie ha anhelado escuchar después de la pérdida de su primer bebé. 

–Es –dice entre dientes –Realmente está ahí.

Anne le da a su hombro un ligero apretón tranquilizador y pronto todos los ojos están en la pantalla. 

La respiración de Eddie se entrecorta ante la vista. 

Allí, en la pantalla, pueden ver una pequeña figura acurrucada y chupándose el pulgar, girando y retorciéndose. 

–Mierda – Eddie jadea con los ojos muy abiertos. 

–Eso es asombroso, Eddie – dice Anne igualmente asombrada.