Solos contra el mundo

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Estaba todo tan claro, entre Simón y Ámbar había de todo.

Amor, cariño como también había deseo, pasión. Eran tan distintos y tan iguales como gotas de agua, unas muy rápidas.

Sí, era del equipo enemigo pero, eso no quitaba el hecho de que ya desde hace tiempo no se la podía sacar de la cabeza y no solo porque fuese del equipo contrario. Su manera de patinar lo atrapaba, como también sus ojos zafiro lo mantenían hipnotizado.

Ya habían anunciado a los ganadores, Simón buscaba a la ojiazul con desesperación y lentitud algo tan contradictorio.

Podía perder todo, la amistad con sus compañeros de patín, la amabilidad de todos, pero también podía perderla a ella. Eso era algo más importante.

Si que estaba arrepentido de haberla dejado justo en ese momento, donde todos podían aplastarla y humillarla aunque sabía que Ámbar los patearía con fuerza en caso de que se metieran con ella.

—Aquí estas, Ámbar- la rubia volteo, sus ojos estaban furioso mirando al castaño.

De pronto se sintió intimidado, aun sabiendo que no había hecho nada para que estuviera furiosa con el, omitiendo el hecho de haberla abandonado a la intemperie.

—¿Que haces acá? No deberías estar festejando con tus amiguitos? Y Lunita? No necesita tu ayuda por buscar su "medallita"?

Si que estaba furiosa, en su cuello bailaba el obsequio de quienes organizaron la competencia.

"Segundo lugar"

—Vine a verte, en la noche Luna hará una fiesta en su... En la mansión, Alfredo esta ansioso por compartir con las dos su orgullo por verlas competir.

Ámbar resoplo dándole la espalda al mexicano, se quito la medalla de un tiro rompiendo el listón morado que la detenía en su cuello.
Simón se acercó más hacia la argentina, dio unos cuantos pasos para estar de nuevo frente a la ojiazul.

—Dijiste que no volverías a hablarme, tan pronto te arrepentiste? - soltó tajante evadiendo los ojos de Simón.

—Ámbar.. - murmuró con tono de reproché, la ojiazul subió sus cejas.

—Dime, quieres volver a humillarme? Hazlo, no espera ¿necesitas que lo grabé?

—Yo no pedí que Jazmín nos espiara, no sabía que había publicado ese vídeo.

La rubia bufo, cuando Simón se había enterado de todo y Ámbar lo había perseguido para explicarle todo no se dieron cuenta que la pelirroja los había seguido durante toda la conversación con su tablet grabando la triste y frustrante pelea.

—No me había dado cuenta, estaba tan enojado que no toque el celular en una semana, Ámbar.

—No necesito saber eso, te dije que no me interesa arreglar nada contigo - atacó caminando hacia su maleta.

—Ahí te equivocas - Simón ataco con diversión en su voz - ¿Quien fue la que me persiguió para explicarme todo?

La rubia lo miro más enojada, le aventó a la cara lo primero que vio.

Un calcetín hecho bolita, de color lila.

Simón se acercó a devolver el calcetín, la rubia se lo arrebato de las manos pero el castaño fue más rápido al sujetar su mano con cariño. De pronto la había atraído a su cuerpo, sus cuerpos juntos y sus rostros no tan lejos del otro.

—¿Que haces, Simón? - preguntó con leve titubeó, el castaño mantenía su mirada suplicante, a Ámbar siempre le había parecido que el castaño tenia una arma en sus ojos.

Solos |One Shots|Where stories live. Discover now