—Bien, son las siete de la mañana lo que significa que casi no hay nadie por las calles, aquí casi no pasa la policía y las calles son derechas. ¿Quién quiere empezar? –preguntó Sharon volteando hacía los asientos traseros.
Ámbar y Luna intercambiaron miradas, la mayor subió las cejas expectante preparada para que alguna se ofreciera voluntariamente.
—Deben de aprender a manejar en caso de emergencias, Luna será la primera –la castaña brinco sobre su asiento como si al escuchar su nombre le peometieran que se sentaría y tocaría fuego– Tampoco es lo peor del mundo, vamos.
Luna salio del auto y se aproximó al asiento copiloto mientras Sharon se arrimaba hacía el asiento copiloto.
—Bien, ¿sabes diferenciar la izquierda de la derecha? –Ámbar soltó una carcajada mientras la ojiverde miraba indignada a Sharon– Querida, eres muy distraída.
—Pero no babosa.
—¿De verdad lo crees, Lunita? –preguntó Ámbar haciendo que Luna le tratara de dar algún golpe pero no pudo alcanzarla pues la rubia esquivó su golpe.
—¡Comportense! Esto es importante, deben estar enfocadas y mantener la calma –ordenó la mayor– Enciende el auto.
Desde hace mucho Sharon había comentado con ambas chicas sobre la importancia de saber manejar por sí solas y las múltiples situaciones en las que sería necesario saber manejar un auto, por más que ellas desearan saber como hacerlo sabían totalmente que esas clases serían un total desastre catastrófico.
Y tenían mucha razón, en especial cuando se trataba de Luna y su confusión con los direccionales.
—Madrina, ¿cuánto apuestas a que Luna atropellara a alguien? –preguntó Ámbar con todas las intenciones de molestar a su prima, la castaña empujo la cara de Ámbar poniendole la palma en su rostro.
—¡Las manos en el volante! –grito Sharon con autoridad.– Por dios, parecen unas niñas de jardín de niños, ya tienen suficiente edad para ser serias y entender que esté es un momento de suma importancia para comportarse como unas...–
—¿Qué hago? –preguntó Luna al ver que una patrulla venía en sentido opuesto al de ellas.
—Ay mierda –murmuró Sharon totalmente tensa.
—Madrina, que palabras –musito la rubia desde atrás.
—Gira a la izquierda –ordenó mirando a Luna– ¡Rápido! –apresuro cada vez más bajito como si eso camuflara lo que estaban haciendo– ¡Rápido, rápido!
—¿Co-cómo diablos doy la vuelta? –Sharon miro furiosa a la castaña– ¡Vamos a ir a la cárcel!
Cada vez la patrulla venía más cerca, Sharon actuó rápido y tomo el volante para después darle vueltas hacía la izquierda.
—¡Rápido, nos van a multar y no tenemos licencias! –apresuro Ámbar asomándose discretamente a la ventana.
—¡Luna hacía la izquierda, pisa el acelerador! –chillo Sharon mientras la castaña trataba de girar el volante.
—¿Cuál es el acelerador? –preguntó mientras pisaba uno de ambas cosas.
—¡Estás pisando el freno! –exclamo Ámbar sin decidirse por reirse o preocuparse de terminar tal vez con una multa.
La castaña dejo de pisar el freno para pasar al acelerador y pisarlo sin intenciones de soltarlo, ya habían girado a la izquierda pero Luna aun no soltaba el acelerador.
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Solos |One Shots|
FanfictionHistorias cortas sobre simbar, por que claramente soy una loca fangirl desde que apareció la pareja. Aviso: Este apartado ya no se actualiza pues he superado el shipp y ya no tengo creatividad respecto a subir Oneshot sobre ellos. Ah, y también hay...