Loco de amor

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Desde su lugar pudo escuchar el disparo como señal, ya había sucedido.

Por favor no interrumpas Simón, haz que valga la pena, yo se que puedes. Hazlo por mi, nos volveremos a ver cuando el tiempo necesario haya pasado, te amo con toda mi vida pero debo dar mi vida para vivir en paz.

Mientras yo no esté huye, huye y trata de vivir tu vida lo más que puedas. Disfruta y recuerda que siempre caminare a tu lado y que siempre te abrazare aun cuando no te des cuenta, nosotros estamos unidos en cuerpo y alma.

Eres mi amor, mi vida, mi confidente, mi amigo y mi esposo. Ten por seguro que jamás me alejare ni me molestará tus decisiones, sólo recuerda vivir por los dos y haz que ese hombre arda en vida como el mismísimo infierno.

Una lágrima salió de su ojo sin embargo salió del auto con una pistola en la mano, acomodo su chaleco antibalas y todo lo que tenía bajo su ropa como seguridad.

Cumpliría si palabra con Ámbar, permitió que su esposa diera su último aliento con tal de hacer que esa escoria muriera lenta y lentamente, dejaría fluir todo su coraje y dolor en la muerte de ese hombro. Dejaría salir todo ese desgarrador dolor en el cuerpo de ese hombre, cada apuñalada y cada gota de sangre sería una carga menos para Ámbar.

Sería otro año más de paz, demostraría que la rubia tomo la mejoe decisión y que siempre la mantendría orgullosa de él.

Por que aun sólo teniendose mutuamente y sin que existiera alguien más en sus vidas en que apoyarse, se habían prometido perderse para poder encontrarse en el paraíso.

Había sido la promesa de Ámbar y Simón.

Entro al edificio abandonado para después a pasos grandes y firmes ir hasta donde la rubia había explicado, iría hasta su víctima y a la victoria de Ámbar.

Al verlo acariciando el cuerpo de Ámbar la furia lo hizo tomar un bloque de cemento y lanzarlo al piso.

Al instante Jason se alejo de un salto para después amenazarlo con una pistola apuntando a su pecho.

Simón rió sarcásticamente para después acercarse con tranquilidad jugueteando con su navaja, relucia entre los rayos de sol que se colaban por las ventanas rotas. El filo era impresionante a tal punto en que Jason dio unos pasos atrás.

—Adelante, siguela tocando –comento Simón apuntando al cuerpo de Ámbar, en su bluson de pijama ensangrentado mientras algunos de sus rizos cubrian su rostro– Haz que valga su muerte, no me molestare.

—Puedo matarte en cualquier momento, más vale que no hayas traído a la policía –amenazó el hombre, Simón bufo para después ponerse en cuclillas frente a la ojiazul– Aléjate, disparare en cualquier momento.

—Cállate, estresas bastante –Simón acaricio su mejilla para después volver a ponerse de pie y seguir caminando intimidando a Jason– Primero que nada no necesito de la policía para arruinarte, yo se que no me matarás por que sabes muy bien con quien te estás metiendo.

—¿Qué te hace creer eso? –Simón subio sus cejas para después poner la navaja en el piso.

—No necesito de esto –el sonido del disparo asusto al mismo Jason siendo el quien había disparado, Simón soltó una carcajada para después señalar au hombro– Nada mal.

Finalmente el castaño pateo la pierna de Jason para después hacer que este cayera al piso, el se puso encima de el para después golpear su rostro con tanta fuerza. El sonido de su puño impactar con su piel era tan satisfactorio, cada gemido de dolor era una forma de aliviar el dolor.

Solos |One Shots|Where stories live. Discover now