Ahí estaba de nuevo.
Un Simón de trece años al otro lado del salón, hablando con sus amigos y sonriendo a quien le saludaba.
Siempre tan amable, tan seco con ella.
Ya habían pasado meses desde que de alguna manera habían llegado a la misma confesión, de su parte había sido directa pero de el no, había sido tan confuso.
Como si lo hubiera dicho con una capa de humo que la distraía, después de eso continuo con su costumbre de pasarla de largo.
Nada de saludos, ni una pizca de atención, solo rechazo para ella.
Ya estaba fastidiandose, ansiaba y esperaba a que llegara el día en que Simón la saludara y fuera claro, pero es que parecía que nunca llegaría ese día.
Pocas eran las veces en que el la miraba, y como gran tortura esos vistazos eran exageradamente cortos, menos de un segundo y ya la había dejado de mirar.
Es que acaso sólo habia sido una broma y había sido muy ingenua? Disfrutaba de su sufrimiento?
—principessa – Un confiado Matteo la saludo sentandose a su lado.
El había sido uno de los alocados que se le había declarado, si tan sólo uno de ellos fuera Simón.
—Hola – saludo cortamente metiendose a la boca una cucharada de pastel.
El cumpleaños de Luna, la mayoría de globos decía en grande el número 11, colores aperlados, azul, rosa y morado, una bonita combinación para un baby shower.
Para ser franca, la rubia se esperaba colores más brillantes que hicieran juego con la personalidad de Luna, aunque no la culpaba, con toda la tensión y carga de que Sharon haya sido la encargada de las decoraciones prefirió que la mayor las eligiera y no pasar casi una hora escogiendo el color de sus globos.
—Otra vez lamentando el haberme rechazado, sabes eso de que el chico sólo se enamore no va conmigo, no es el tipo de cliche que quería – comento con burla.
—Si bueno, tu sabes que sólo amigos – comento aun con sus ojos al frente.
—¿Osea que ni a mejor amigo llego? Me decepciono – murmuró tocandose wl pecho fingiendo dolor.
—Dramático.
El italiano se levantó y estiro su mano al frente, la ojiazul levantó su mirada.
Una oportunidad de tal vez una mirada.
Podría ser su día de suerte en que el castaño la mirara y posiblemente la celara, estaba segura que pasaría.
Con una sonrisa acepto la invitación de baile y se levantó, un vestido rojizo la envolvía, con unos cuatro dedos arriba de la rodilla, se veia bastante linda con su cabello arreglado y un suave rosado en sus labios para mantenerlos hidratados.
Una canción medianamente lenta estaba sonando, Kiss Me Jason Walker.
Siempre los fantasiosos y tranquilos gustos de Luna.
El italiano la tomo de la cintura para después comenzar a bailar, no era la mejor canción para bailar pero era lo que había. Era algo romántica la letra para estarla bailando con Matteo, sus ojos azules se desviaron de los de Matteo para darle un corto vistazo a la esquina en la que estaban Simón y sus amigos.
Ya no estaba.
¿Dónde diablos estás?
Y pronto su pregunta se esfumo al escuchar su voz cerca y la de alguien más.
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Solos |One Shots|
FanfictionHistorias cortas sobre simbar, por que claramente soy una loca fangirl desde que apareció la pareja. Aviso: Este apartado ya no se actualiza pues he superado el shipp y ya no tengo creatividad respecto a subir Oneshot sobre ellos. Ah, y también hay...