⚠️ ADVERTENCIA ⚠
CAPITULO CON ALTO CONTENIDO SEXUAL.
SI NO LES GUSTA ESTA CLASE DE ESCENAS O LES INCOMODA, PUEDEN SALTARSE EL CAPITULO.
NO ESTA EN SU OBLIGACIÓN LEERLO.
ESO SERÍA TODO.
«Solo el latido unísono del sexo y el corazón pueden crear éxtasis» —Anaïs Nin.
PARTE II
Esas palabras, fueron la clave para acercarme a ella hasta que nuestros cuerpos quedan pegados piel con piel. El vestido que cubre el cuerpo de Aria, resalta con simpleza sus pezones erectos.
A su vez, deja a mi merced sus curvas.
Como si se tratase de un reloj de arena.
Traga en seco, los vellos de su piel se erizan y de seguro mis ojos —esos que la observan con descaro— son los causantes de su contigua actitud. Rendida por mi contacto visual, agacha su cabeza de forma veloz, inquieta. En cuanto a mi, hago que mis dedos viajen hasta su cuello. para luego recorrer su clavícula derecha que sobresale. De nuevo esa sensación de descarga viaja por mi torrente sanguíneo y el calor me azota sin piedad.
Mi capacidad analítica aparece y por ende, percibo como el ritmo de su respiración comienza a ser más acelerada que de costumbre.
—Hoy quiero que me mires, Aria. Quiero tener tu atención —Comienzo diciendo, mientras poso mi pulgar en su labio inferior. Hago que levante de forma lenta su faz y así conectar su mirada de oro reluciente junto a la mía—. Quiero que no olvides ningún detalle de esta noche. Quiero que digas mi nombre cuando entre en tu interior y lo grites sin miedos —añado con voz ronca, brindándole una fugaz caricia en el contorno de su labio.
—Entendido... Ayrton —contesta de forma pausada, disimulando el pequeño jadeo que sale de forma involuntaria de su boca. Todo se debe a la reciente caricia—. Solo...
—Dime, Aria.
Interrumpo.
—Lo que llegue a suceder esta noche, no se volverá a repetir —exclama segura. Sin embargo, una voz profana en mi interior. Presiente lo contrario a lo que piensa. Como si fuera una mentira con tal de engañarse así misma. No obstante, no replico ni mucho menos vacilo. Me abstengo en hacerlo en todo momento, porque soy creyente de que, el egregio tiempo, se encargará de cambiar las convicciones que envuelven a Aria en algún momento—. Y que, por nada del mundo, esto interfiera en mi labor como institutriz.
—Es un trato, señorita Baudelaire. —Acepto sus términos y me acerco a su boca para añadir—. Luego de esta noche, usted seguirá siendo una institutriz y yo, su amo y empleador.
Yace conmocionada.
Como si hubiese esperado otra respuesta de mi ser, una propuesta que nos uniera. Y quizás, en otras circunstancias de la vida, hubiera dicho otras palabras. Hasta me hubiera negado de forma rotunda y con severidad en aceptar sus condiciones. Hacerle saber que no se podría escapar de mi sombra, ni ser de otro hombre estando en vida.
Aunque ahora, es totalmente diferente. Una parte mi, se alegraba en que haya decidido eso. Junto a mi se somete a peligros de semejante magnitud. Sin embargo, la otra faceta que albergo, acecha con supremacía y así revelarse.
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Tentación inefable
Historical FictionUna joven institutriz. Un hombre macabro. Juegos sadomasoquistas. Y no todo es lo que parece. BORRADOR. SIN EDITAR.