Azufre.

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Y no suspira el viento nuestro nombre. Porque sabe, inteligente, que nuestro dueño es el azufre, azufre el que cubre mi vista, impidiéndome ver, más allá de tu sonrisa.


'No había más que decir. Así que quedamos en silencio, yo, buscando un universo en sus ojos, y él, perdiéndose en los míos.'

— Dellin y Teira. —

El Alma de las palabras. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora