Hablar de lo que siento,
parece fácil, ¿Cierto?,
lo es cuando no se te atasca el pensamiento,
cortando tus versos,
rompiéndolos en mil pedazos,
construyendo pirámides entre tus brazos,
Ahg, coño.
¿De qué te estaba hablando?,
Es difícil saber que estoy pensando
se me traban los versos en las manos,
en los labios,
¡Ahg, joder, no sé ni de lo que hablo!
¡Ahg, Joder, otra vez me estoy desordenando!,
Espera un momento
que arregle este desaguisado.
¡Hey, ni lo intentes!
no intentes arreglarme,
organizar lo que no es tuyo,
y no, no lo tomes por orgullo.
No quiero ser reparado,
quiero romperme en mil pedazos,
y así poder hacer arte
con mis trozos ensangrentados.
'—¿Verdes ?.— El rostro de Érhada se contrajo, tratando de buscar en su memoria como se veían los colores.
— Sí. — Respondió Anhida. — Mis ojos son verdes, como las copas de los árboles.
También como tu bebida favorita.
— Érhada y Anhida. —'
