Cobarde.
Llámame cobarde, mar inmenso,
cobarde por temer ahogarme;
Llámame cobarde
por tenerte miedo.
Cobarde por amarte,
amarte y huir lejos.
¡No!,
deja de llamarme valiente,
¡No!,
¿No ves que mientes?
¡No!,
No es culpa tuya;
no es culpa tuya mi dolor de corazón,
mi amor
casi obsesión,
¡No, no llores mi mar inmenso!,
Ya no estoy huyendo,
déjame aquí esperando,
¡No, no te fuerces a seguirme!,
yo estaré aquí aguardando,
'¿Y si dejas de amarme?',
Me dices, tratando de levantarte.
'Siempre tendrás tiempo de reconquistarme.'
respondo, anhelante.
Y me agacho a besar tus aguas,
dulces y saladas;
¡Joder, quién lo diría!,
¡Que yo me enamoraría!,
¡Joder, quién lo diría!,
¡Que yo a alguien esperaría!,
que yo esperaría a un mar,
a un mar volviéndose persona,
para poder besar su boca,
que quemará mis labios
con sal traidora.
'— El chico se queda conmigo. — Dije. El padre de Shaion frunció los labios y el entrecejo, dejando mostrar su enfado.
— Eres un gilipollas. — Masculló. Me acerqué a él, quitándole su espacio, y, con una suave sonrisa divertida, le susurré:
— Millavan. Recuerda quién de los dos mató a una ciudad entera. — Acerqué mi mano a su cuello y le hice mirarme a los ojos, vi como sus pupilas se contraían por el miedo. — Y lo fácil que se le haría matar a un simple ladrón de carromatos.
— Teira y Millavan. —'
