"La gente se reúne, la gente se desintegra. Nadie puede detenernos ahora, porque todos estamos hechos de estrellas."
Moby. We are all made of stars.
Deeline le había dicho que se quedara, que solo uno podía quedar en pie, que considerara todas las oportunidades que se le presentaran. Sabía que si a alguien debía prestarle atención y considerar su opinión era a Deeline.
Pasaron casi dos semanas desde que regresaron al antiguo Gran Magistrado, los vampiros heridos estaban recuperados y se turnaban para vigilar los avances de Fenri.
—Le monstre por fin ha sanado, se ve débil pero ha iniciado su camino. —Anuncio Jacks a los demás.
—Debemos seguir vigilándolo. —Dijo Carlos preocupado por la amenaza.
—No tiene caso. —Respondió Nore que había estado haciendo guardia junto con Jacks. —Ha tomado un camino despoblado, el Gran Magistrado solo tiene cámaras en las antiguas zonas, sub zonas o donde hubo alguna vez ciudades o pueblos; su finalidad era vigilar que los humanos no rompieran las reglas y a los vampiros errantes para darles caza.
—Pues claro, ¿para qué querríamos vigilar a venados, osos y liebres? —Aclaró Adrien excusando sus viejas usanzas.
—La única forma de vigilarlo sería por medio de drones y lo más seguro es que los destruyera en cuanto los detectara. —Terminó de explicar Nore.
—¿Entonces qué haremos? —Preguntó Deepery.
—Esperar a que llegue. —Respondió sin más el joven humano.
Lonan tardó mucho más que los demás en recuperarse, pero logró aferrarse a la vida una vez más.
—Estas como nuevo. —Anunció Geenebra al quitar los últimos vendajes de Lonan y ver como estos estaban limpios por completo y su piel era de nuevo lisa y libre de cicatrices. —No te queda ni una sola marca.
—Así es esto, primero casi mueres, luego pasas días en un infierno en vida y al final vuelves a ser el más sensual del lugar. —Geenebra sonrió y no pudo evitar abrazarlo con fuerza y cariño. —Mesera, esto no fue lo que ordené pero igual lo agradezco.
—Yo te agradezco a ti, sin tu ayuda esa pelea hubiera acabado en muerte. —Dijo después de soltarlo de su abrazo y pasándole una camisa.
—Sí, hubiera sido una carnicería, pero yo solo fui una distracción para el rey de mi corazón, Lynae y Deeline también merecen crédito.
—El rey de tu corazón... —Repitió con incredulidad. —¿Cómo puedes llamarlo así después de todo lo que ha hecho?
—Es amor, Geen... puro amor. —Admitió sin sentir vergüenza al respecto.
—No puedo creer que sientas amor por él. —Dijo rechazando aquella idea.
—Tu príncipe del caos te explicó del amor que sienten los vampiros, como no olvidan mientras este sentimiento exista; así mismo funciona con las bestias, un aroma, una idea o una mirada basta para que recordemos situaciones que creímos enterradas en el laberinto de nuestras mentes... en mi caso no necesito que nada me lo recuerde, jamás podría olvidarlo, ni siquiera un segundo.
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En los tiempos de los Dioses
VampirgeschichtenIyali se había retirado a dormir, la paz duro tan solo una década, durante la cual los niños crecieron, los vampiros descansaron y los humanos aprendieron de nuevo a vivir por su cuenta. Entonces las alarmas sonaron, las cámaras enfocaron al hombre...