Capítulo 4

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Narra Zee:

El sobre que llegó tenía mi nombre por eso nadie lo revisó y me alegré mucho, porque la bomba tenía doble detonador. El primero fue al abrirlo, y el segundo venía colocado en las fotografías, lo que solo me dio menos de 20 segundos para pensar en la forma de proteger a Saint.

Agarré las manos de Saint e hice que cubrieran sus oídos, después lo traje sobre mi pecho para que no se lastimara. El problema fue que yo quedé completamente desprotegido y cuando la bomba estalló, mis oídos zumbaban y mi cuerpo dolía casi al extremo.
- ¿Te lastimaste?

Saint empezó a revisar mi cuerpo después de alejarse del abrazo más cálido que he recibido en mi vida y que no fue de mi hermano. Sin embargo, cuando sus suaves manos tocaron mi rostro, sentí una fuerza invadiendo mi cuerpo, que me hizo arder de deseo y me incliné para besar sus labios.

He soñado con este momento desde que empecé a bromear con él hace algunas semanas y al fin está sucediendo. Saint se agarró fuerte de mis brazos, cerró sus ojos y prácticamente me entregó sus labios, pero justo con un pequeño roce de nuestras bocas y escuchamos un fuerte grito.

- ¡SAINT!

- ¡Estoy bien Max! Zee me salvó... Otra vez.

- Gracias por estar aquí Zee, no sé qué haríamos sin ti.

- ¡Es mi trabajo!... - Los ojos de Saint se entristecieron. - Necesitamos otra habitación, Saint requiere descansar.

- Por supuesto, síganme.

El ama de llaves nos llevó a otra habitación donde le pedí a Saint que se duchara para limpiar las manchas negras de su piel de porcelana. Pero ni siquiera me miraba directamente, así supe que se había enojado por mis palabras de que solo hacía mi trabajo.

No es primera vez que veo salir a Saint de la ducha con su cabello mojado, pero ahora que estuve a punto de besarlo, lo vi muy erótico. Sin embargo, otra vez se puso renuente, no me miró y ni siquiera me deseó buenas noches, me molesté, por eso fui hasta la cama.

- Saint, sé que estás molesto por lo que dije antes, pero...

- Pero nada... - Se levantó de pronto mirándome a los ojos. - Ya me quedó bastante claro que solo soy parte de tu trabajo.

Nunca he sido tolerante a este tipo de caprichos y en verdad me molesta demasiado cuando me los hacen. Simplemente, no los tolero, pero con Saint no puedo demostrar esa personalidad tan fría, no sé lo que me sucede, solo quiero abrazarlo y decirle que no pienso como él cree.

- ¡¿Qué querías que hiciera Saint?! ¿Qué te dijera delante de todos que me muero por besarte?

Sin permitir que quitara su expresión de asombro, lo agarré del cuello y lo traje rápidamente a mis labios. Un beso que empezó muy suave, su boca es muy dulce, me estaba derritiendo con ese precioso contacto, incluso cuando le dio acceso a mi lengua, fue delicioso.

Quería darle un beso dulce, pero Saint se subió a horcajadas en mí y no pude resistir a desear comérmelo ahí mismo. Continuamos con ese beso hambriento y desesperado, hasta que escuché mi celular sonar y me enojé cuando vi el nombre de Ohm.

- Estoy ocupado, ¿qué quieres?

- Necesito tu ayuda, es con respecto a un político; te enviaré los detalles, pero mañana debes ir para resolver su problema.

- ¡¿Mañana?! ¿Y qué pasa con Saint?

- ¿Ya no es un niño mimado? Y no te preocupes, enviaré a Talay para cuidarlo.

El Jefe Perfecto "ZeeSaint"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora