El Jefe Perfecto "ZeeSaint"

Capítulo 8

Narra Saint:

No entiendo a Zee, por más que he intentado acercarme a él, sigue alejándome como si solo fuera un simple trabajo todo esto. Muero por sentirme suyo, deseo tanto que me haga el amor y tal vez si me toma, ya no quiera separarse de mí, porque sería capaz de dejarlo todo por él.

Honestamente, temo que Zee no sienta lo mismo por mí o que se crea inferior solo por ser mi guardaespaldas. Pero, esta noche, lo más intrigante no fue Zee dejándome solo en la habitación; sino a Max y él gritándose, literalmente, todos podíamos escucharlos.

Me levanté de la cama para intervenir en esa discusión, que según logro entender, Nat está en el medio, como durante la cena. ¡Que bueno que mañana no tengo que salir de aquí! Porque ya casi amanece y no he descansado nada; menos aún con los gritos.

- ¡ERES UN IMBÉCIL ZEE! ¡SI LO HUBIERA GOLPEADO, ¿ACTUARÍAS DE ESA MANERA?!

- ¡SI HUBIESES GOLPEADO MI HERMANO YA ESTARÍAS MUERTO IDIOTA!

- ¡ERES UN MALDITO INMADURO! ¡NO LE HICE NADA QUE LO LASTIMARA!

Nat estaba ahí, en medio de ambos tratando de que no se golpearan entre ellos; pero no lo dejaban ni siquiera hablar. Zee empujó a Max y fue cuando me metí para agarrarlo por la espalda, para que no lanzara algún golpe; pero Nat los calló a ambos y se fue a dormir.

- ¡YA BASTA PAR DE CAVERNÍCOLAS!

- Pero Nat... - Dijeron los dos al unísono.

- ¡TÚ ERES MI HERMANO; PERO NO TE METAS EN MIS ASUNTOS! ¡Y TÚ NO VUELVAS A BESARME SIN MI PERMISO!

Después de tremendo susto que nos dio a todos, empujó a Max metiéndose en la habitación y arrojando la puerta otra vez. Yo estaba muy sorprendido, aparte de estar cansado; pero a estos dos parece no importarles, porque en ese mismo momento volvieron a discutir.

- ¡¿VES LO QUE PROVOCASTE?!

- ¡¿YO?! ¡LO ÚNICO QUE HICE FUE VER A TU HERMANO COMO LO QUE ES!

- ¡¿AH SÍ?! ¡¿Y QUÉ ES?!

- ¡UN HOMBRE ADULTO Y MUY HERMOSO!

- ¡CÁLLENSE! - Ahora fui yo quien gritó. - ¡QUÍTATE! - Le grité a Max para tocar la puerta.

- ¡FUERA! - Nat se escuchaba muy molesto.

- Soy Saint, oye no sabes cómo me gustaría mandarlos a dormir juntos a la habitación principal, pero en verdad tengo sueño y ellos no se callarán; ¿podrías dejar entrar a Max por favor?

Escuché un renuente "bien", pero lo importante es que abrió la puerta, así que agarré a Max de la oreja y lo empujé adentro mientras le pedí silencio. Zee se burló de la forma en que metí a Max, pero ahora le tocaba a él, a quien también tomé por la oreja y me lo llevé hasta nuestra habitación.

- ¡Auch! ¡Ay! ¡Saint me duele!

Por más que se quejó, mi ira fue más fuerte, porque me parece increíble que Zee haya desistido de hacerme el amor, solo para ir a pelear con Max. Estoy realmente tan furioso como Nat, quisiera golpearlo para que reaccione en que mis sentimientos por él son sumamente especiales.

- ¡No te quejes! Porque para pelear con Max sí tenías fuerzas.

- ¡Max besó a mi hermano delante de mí! Y yo sería incapaz de lastimarte.

- Pero, ya me lastimaste... - Dije con lágrimas cayendo por mis mejillas.

- ¿Cómo? ¿Donde te lastimé? - Empieza a revisar mi cuerpo y lo empujé.