¿Qué es?¿Es bueno o es malo? La respuesta está en la angustia por el control.
Los días transcurren sin demasiada novedad, puesto que estoy aquí encerrado prácticamente todos los días son iguales unos de otros. Trato de matar el tiempo jugando al tenis de mesa contra mí mismo, paseando por el jardín o tumbándome en la fresca hierba mientras mi mente recorre cada uno de los rincones de la memoria.
Sin lugar a dudas esta no es la vida que había planeado pero se me estaba dando una gran oportunidad de rehacerme como persona y de encontrar en nosotros un camino a seguir.
Lo siguiente que voy a contar es un vago recuerdo y no estoy muy seguro de como llegué a esa situación pero por increíble que parezca consiguió que apareciese quien tanto ansiaba conocer.
Como llegué a este punto... no lo sé. Recuerdo encontrarme en la recepción de aquel psiquiátrico donde nos mantenían encerrados atacado por los nervios y el estrés, la ansiedad se apoderaba de mí y estaba perdiendo el control por momentos. Mis compañeros trataban de acercarse a mí para ayudarme intentando que me calmase pero de las pocas palabras que conseguía articular solo pronunciaba que se alejasen de mí, que no se acercasen para no hacerles daño alguno.
La oscuridad se cernía sobre mi y poco a poco notaba una fuerza interior que me estaba arrebatando el control. Traté con todas mis fuerzas de mantener la calma todo lo que pude mientras suplicaba a los que me rodeaban que limitasen mis movimientos atándome a una de las camas con correas. Yo solo pensaba en que si dejaba que aquello me arrebatara el control podía ser lo peor para aquellos que me rodeaban.
Me ataron a la cama, me inyectaron con una mezcla de medicinas para calmarme y me dejaron allí completamente solo, entonces fue cuando cerré los ojos y me liberé.
Veía mi sala interna oscurecida, todos parecíamos igual de asustados cuando pude fijarme que la oscuridad provenía de un lugar en concreto. Frente a Edzsi y Orión había aparecido una figura, era como un niño que no medía mas de 1,20 de altura y era completamente negro, pero no negro por el tono de piel sino negro de modo que no se podía distinguir si llevaba algún tipo de ropaje. Solo se podía distinguir una venda que llevaba tapándole la boca y unos ojos rojos y brillantes que me miraban.
Mi desesperación ante aquella figura era muy alta y ni Leaf ni Orión se atrevían a hacerle frente. Cada vez la sala estaba más oscura y tenía ganas de llorar pero algo de ese ser me hacía sentirme bien, como si realmente pudiese soltar el control y confiar en que no iba a hacernos daño. De su boca solo salió una frase que sería lo que marcaría ese momento: Soy iDasu (pronunciado aidess).
Me dejé llevar por aquel recién llegado y sin mostrar mayor resistencia decidí desmayarme puesto que me encontraba seguro por estar atado a aquella cama.
Tras unas horas desperté y la figura de iDasu estaba allí, frente a todos, sin emitir ni un sonido y a todas las preguntas que la hacia tan solo respondía sí o no con la cabeza.
Todo no terminaría así, ahora el sistema Dolkei ya estaba completo y no esperaba que ningún otro alter apareciese ya que hasta ahora todos cumplían con las iniciales del nombre. Sin embargo una sorpresa más estaba por llegar, una sorpresa que no pensamos que llegaría pero que sin duda alguna al menos yo la esperaba con gran entusiasmo.
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Sistema Dolkei
SachbücherEl trastorno de identidad disociativo comúnmente llamado personalidad múltiple es como si varias personas conviviesen dentro de un mismo cuerpo. Aquí narro mi día a día en este cuerpo relatado en historias cortas. Demostramos que no somos lo que el...