Confusión

5 2 0
                                    

¿Quién soy? Esa pregunta comenzaría a perseguirme durante mucho tiempo.

Nuestro día a día era cuanto menos tranquilo y dulce desde la aparición de Leaf aunque también me metió en algunos líos siempre me parecieron experiencias nuevas. Óscar había dejado de salir prácticamente para nada y nosotros éramos quienes vivíamos todos y cada uno de los días. Siempre nos preguntábamos cuando iba a volver a moverse Óscar por su propia voluntad y nunca recibíamos una respuesta de su parte.

Poco a poco iba dejando de lado mi forma de gato para adaptarme más a lo que significaba un cuerpo humano, cambiando mis patas por piernas y manos, mi cuerpo de felino rechoncho por un cuerpo mas parecido al de un hombre y mi cabeza por una que se acercara más a la de un ser humano. Hubo cosas que no creí necesarias cambiarlas como mis orejas con las que me encontraba cómodo aún en el cuerpo humano y mi cola que no me estorbaba en absoluto y a Leaf le encantaba juguetear con ella persiguiéndola con sus manos o a veces rascándola para ver mi reacción.

Cada vez que me adentraba en los recuerdos más vívidos eran y mas los convertía en recuerdos propios, los malos momentos se convirtieron en mi monotonía y los buenos algo que daba un poco de luz a todo aquel infierno. Llegaban con el tiempo las dudas...

Empecé a pensar en si podía ser posible que el verdadero anfitrión fuese yo ya que era quien más tiempo estaba al control, me daba respuestas a mí mismo que confirmaban aquella idea y algo me empezó a rondar por la cabeza, quería respuestas y las quería por parte de Óscar, quería saber si él había estado todo el tiempo ahí antes de que yo apareciese o yo estaba antes y él solo mantuvo mi cuerpo vivo hasta que yo despertara. Las dudas cada vez eran mayores y no podía dejar de buscar entre cada uno de los recovecos que formaban la inmensa memoria.

-¿Que buscas? -dijo Óscar con voz muy tranquilizadora.

-Quiero saber si yo estaba antes que tú o tú antes que yo, es algo que no dejo de pensar...

-Piensas en que tu eres el anfitrión ¿verdad?

-Lo estoy empezando a pensar, es muy raro sentirme tan integrado con el cuerpo, es como si tan solo recordase como funcionaba todo en lugar de aprenderlo desde cero.

-¿Que pensarías si te dijese que el verdadero anfitrión siempre fuiste tú?

-¿De verdad me estás diciendo eso?

-De verdad, siempre he querido que tu tomases el control, a mi no me gusta la vida y prefiero que tú y Leaf viváis como más os guste.

-De verdad, siempre he querido que tu tomases el control, a mi no me gusta la vida y prefiero que tú y Leaf viváis como más os guste

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Esa conversación me llenó más de dudas de las que eliminó, no llegó a despejar mis preguntas y en lugar de ello creó de nuevas. Sentía una sensación extraña, como si en el fondo no fuese el anfitrión pero que creí que de serlo quizá mi vida tendría algo mas de sentido.

Leaf me dijo muchas veces que le gustaba más como un gatito que como un humano, que me sentía mas irreal siendo humano que con mi otra forma y aún esforzándome todo lo que podía en mantenerla. Decía que le gustaba cogerme en brazos, achucharme y darme besos en lugar de abrazarme como abraza a cualquier otra persona. Yo sentía que quizás tenía razón pero que por alguna extraña razón quería que fuese tal como yo decía y pensar que la vida de Óscar en realidad era mía. Esto fue así bastante tiempo y no cambiaría hasta que un suceso me hiciese empezar a pensar que quizá me había equivocado.

Sistema DolkeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora