¿Se fue para siempre? Nunca lo sabré.
Óscar llevaba bastante tiempo apartado de nosotros y no parecía que eso fuese a cambiar, es más, cada vez tomaba mas decisiones por mi mismo y él ya no proponía ningún tipo de opinión o interés en la vida. Cada día que pasaba aquella figura era mas gris y menos amigable, se dedicaba a mirarnos con los ojos como platos y una sonrisa de lo más tenebrosa en la cara. Me fijaba en que aunque no decía nada todo parecía indicar que algo había ocurrido que le alegraba en cierto modo, yo no tendría ni idea hasta aquel día.
Leaf estaba en su emisión en directo como de costumbre durante horas y a mi me gustaba mucho dejar que ella hiciese lo que le gustaba que en aquellos momentos era hablar con gente por internet mientras se deleitaba el paladar con una suculenta pastilla de chocolate que tantísimo adoraba. En aquel momento Óscar hizo un movimiento inesperado, agacho la cara mirando a sus propias rodillas y con una voz muy suave nos dijo que por favor apagásemos la luz y nos sentáramos en el piano, que tocásemos lo que quisiéramos, que improvisáramos.
Óscar tenía algo que contarnos y quiso decírnoslo en ese momento así que le pedí a Leaf que hiciese lo que él nos pedía, apagando la luz y colocándose frente al piano empezó a improvisar balanceándose sobre esas teclas que al principio marcaban una melodía alegre hasta que Óscar empezó a hablar.
- Os he estado observando, estoy muy cómodo sabiendo que os podréis apañar vosotros solitos en esta vida, quiero que me prometáis que vais a luchar por ser felices, quiero que viváis la vida que vosotros queréis y que nada ni nadie se interponga en vuestro camino pase lo que pase. He vivido muchos años tratando de buscar una salida, pensando que la única liberación era la muerte y que ese día por fin podría salir de esta cárcel de carne que me tiene preso. Os he visto nacer y crecer, he sentido cosas que nunca pensé que sentiría y creedme que estoy orgulloso de vosotros. He encontrado la calma que buscaba y además dejo este cuerpo en buenas manos, solo os pido que nunca optéis por el camino rápido ya que las cosas no son fáciles, ya habéis podido ver como la vida es más dura de lo que en principio puede parecer.
Leaf y yo le mirábamos asombrados, hoy estaba hablando con nosotros y eso es algo que hacia muchos meses que había dejado de hacer. Sin interrumpirle quisimos seguir escuchando lo que tenía que contarnos y Leaf sin darse cuenta cambio su alegre melodía a una música mucho mas tranquila con tonos tristes.
- He encontrado la paz -dijo con lagrimas en los ojos- y ahora se que puedo dejarlo todo en vuestras manos, no me interpondré nunca en vuestro camino y espero que nadie se interponga en el vuestro. Os pido una cosa más... Deby, cuida de Leaf y del cuerpo, hazme sentir orgulloso de mi decisión y deja que pueda marchar en paz, Leaf, nunca pierdas esa inocencia, esa dulzura y carisma que tienes, me has demostrado que existe algo mas dulce que cualquier cosa que haya probado y esa eres tú, siento mucho no poder estar aquí para enseñarte algunas cosas pero estoy seguro de que Deby jamás dejará que te pongas triste.
En aquel momento Leaf empezó a llorar y yo irremediablemente también al ver todo lo que estaba ocurriendo. Aquello no parecía una charla normal, sonaba más bien como una despedida aunque no entendía muy bien a que se debía.
- A partir de hoy el control del cuerpo se repartirá al cincuenta por ciento entre ambos, quiero que alcancéis la gloria que yo nunca pude alcanzar y seáis todo lo felices que podais ¿De acuerdo? ¿Lo haréis por mí? Sois lo mejor que he conocido y es gracias a vosotros que me he llenado de fuerza para hacer lo que siempre he querido hacer. Os echare de menos pero no quiero que lloréis por mí... yo ya estaba muerto.
En aquel momento Leaf dejó de tocar y con lagrimas corriendo por nuestro rostro vimos como Óscar tomaba la puerta, la abría y salía por ella. Yo corrí a Leaf para decirle que estaba seguro que solo había salido de la sala para pensar, que mañana volvería a estar allí con esa cara que nos hacía entrar escalofríos... pero no fue así.
Óscar desapareció y nos dejó a cargo del cuerpo lo cual reforzaba más aún mi teoría de que en realidad Óscar era yo y no él, que esa persona solo era alguien que había estado en mi cuerpo durante todo este tiempo manteniéndolo activo hasta mi regreso. Leaf también pensó que no podía ser que un cuerpo no tuviese la figura del anfitrión y por eso adopté aquel papel, pensé que era lo mas correcto y yo me encargaría de continuar la vida donde la dejó.
Nunca más volvimos a saber nada de Óscar y hasta el día de hoy no ha vuelto a pronunciarse absolutamente en ningún momento, nos dejó con todo y yo tenía una misión, hacer que Leaf fuese feliz para siempre, que nunca conociera el dolor ni la tristeza, ella era la luz que nos había mantenido firmes y no estaba dispuesto a perderla.
Discutimos algunas veces que es lo que podía haber ocurrido con Óscar, donde estaría y si realmente había desaparecido del todo. Su presencia había sido reemplazada por silencio y ya no notábamos ni una poco de su ser, todo se había volatilizado de un momento a otro y él había dejado de ser parte de nosotros y de nuestra vida. Todo podría significar que las cosas iban a empezar a ser aún mejores desde aquel momento pero realmente no fue así y pronto lo entendería.
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Sistema Dolkei
Документальная прозаEl trastorno de identidad disociativo comúnmente llamado personalidad múltiple es como si varias personas conviviesen dentro de un mismo cuerpo. Aquí narro mi día a día en este cuerpo relatado en historias cortas. Demostramos que no somos lo que el...