Después de la muerte de Dumbledore, Harry busca respuestas en el Pensadero. Pero algo sale mal. Atrapado dentro de un recuerdo, Harry se encuentra de regreso en Hogwarts en 1945, donde conoce a un Tom Riddle de 18 años que enseña Defensa Contra las...
¡Recibe en la frente este beso! y, por librarme de un peso antes de partir, confieso que acertaste si creías que han sido un sueño mis días; ¿Pero es acaso menos grave que la esperanza se acabe de noche o a pleno sol, con o sin una visión? Hasta nuestro ultimo empeño es solo un sueño en un sueño.
Edgar Allan Poe
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Tal vez, pensó Harry, todo era un sueño. Draco, el asesino fracasado, tan pálido a la luz de la luna. El rostro de Snape, distorsionado hasta quedar irreconocible, mientras apuntaba con su varita al hombre que confiaba en él y pronunciaba la maldición imperdonable. El cuerpo de Dumbledore, que yace roto en el fondo de la torre... Quizás lo haya soñado todo.
Echó un vistazo al despacho del director. El escritorio seguía cubierto de libros y papeles, como si se pudiera esperar que Dumbledore reanudara su trabajo en cualquier momento. La jaula de Fawkes seguía en un rincón, y Harry casi esperaba ver algo ardiente y escarlata. Pero la jaula estaba vacía; la puerta estaba rota y colgaba lúgubremente de una bisagra. Harry intentó volver a colocar la puerta en su sitio, pero no se mantenía en pie. No era un sueño. Nunca despertaré de esto. No hay magia en la tierra que pueda deshacer el hechizo mortal de Snape. Dumbledore se fue, y Fawkes se fue con él.
Estoy solo y no sé qué hacer. Dumbledore me dejó una tarea aterradora, tengo que derrotar al mago oscuro más poderoso que el mundo haya conocido. Tengo que destruir los horrocruxes, los objetos ocultos que albergan los fragmentos del alma oscura de Voldemort. Pero no sé qué son, ni por dónde empezar a buscar. ¿Cómo pudo Dumbledore simplemente morir, desvanecerse en la nada, y dejarme completar esta enorme y desesperante tarea por mi cuenta?.
¿Dónde escondería su alma un mago oscuro? ¿Cómo voy a saberlo? ¿Por qué Dumbledore no me contó más sobre los horrocruxes? Él sabía que yo soy el que está destinado a enfrentarse a Voldemort al final, ¿y cómo me preparó? Haciendo que fuera a su despacho y compartiendo sus recuerdos del pasado... ¿Era esa toda la ayuda que podía darme, director? ¿Era ésta la única arma que tenía para darme cuando tuviera que enfrentarme al temible Señor Oscuro? ¿Los recuerdos de un anciano?.
La mirada de Harry se detuvo en el desgastado armario que albergaba el Pensadero del director. Una delicada niebla plateada salió de una pequeña grieta entre las puertas del armario y permaneció en el aire durante un momento antes de disolverse en la nada.
Harry caminó lentamente hacia el armario. Los recuerdos de Dumbledore... ¿Por qué nos pasamos horas ahondando en los recuerdos del pasado en lugar de repasar las estrategias de batalla, los hechizos defensivos, los planes para encontrar y destruir los horrocruxes? ¿Por qué estaba tan obsesionado con recordar? Las puertas de roble se abrieron al toque de Harry. El pensadero estaba allí tal y como él lo recordaba, un antiguo recipiente tallado en piedra gris lisa. Harry pasó el dedo por las extrañas runas talladas en el borde, signos misteriosos y sin sentido que no podía descifrar. En un estante situado encima del pensadero, filas y filas de pequeños frascos de cristal brillaban en la niebla luminosa que surgía de la superficie del recipiente. Recuerdos del pasado, fragmentos del tiempo perdido, atrapados en pequeños frascos con tapón... ¿De quién eran esos recuerdos? La mayoría de los frascos no estaban marcados, pero unos pocos estaban etiquetados con iniciales en una mano elegante que Harry reconoció como la de Dumbledore: AD&GG. AD. AD&AD. AD&ED. AD&GG. TR. TR. TR. TR&HP...
