Capítulo 3

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-¡Aquí, Elias!-.

Harry se deslizó en el asiento libre junto a Cygnus Black en la mesa de Slytherin. Cygnus llevaba ahora una reluciente insignia de prefecto prendida en su túnica escolar. ¿Prefecto? Por ahora estás jugando con las reglas, ¿no es así Cygnus? Cygnus notó la mirada de Harry y sonrió.

-Sí, soy prefecto, Elías, y también Druella. Nos da derecho a quitarles puntos a los Gryffindors. Avísanos si alguno te molesta, ¿quieres? O puedes decírselo a Abraxas o a Araminta, que son los prefectos de séptimo año de Slytherin-.

No está mal, Malfoy ¡capitán de quidditch y prefecto! Harry miró al rubio de Slytherin por un momento. De alguna manera, se sentía mal al pensar en él como "Malfoy"; ese apelativo pertenecía, en la mente de Harry, a un espécimen mucho más desagradable del clan Malfoy. Abraxas. Éste es simplemente Abraxas.

-¿Son Abraxas y Araminta el chico y la chica principales, entonces?-.

Los ojos oscuros de Cygnus brillaron. -Se podría pensar que sí, ¿no? Pero me temo que no, Elias. El viejo y senil profesor Dippet tiene un extraño prejuicio contra los Slytherin. Tom Riddle fue jefe de curso cuando era estudiante, eso es evidente, pero por lo demás, Dippet siempre se las arregla para encontrar a alguien de otra casa para que sea jefe de curso. Evidentemente, Abraxas habría sido un gran director, y los alumnos más jóvenes están tan enamorados de la belleza de Araminta que la obedecerían si les pidiera que usaran la maldición Cruciatus sobre ellos mismos-.

Harry miró a Araminta y se estremeció cuando su mirada de zafiro se encontró con la suya. Suena como el tipo de cosas que ella haría hacer a los estudiantes más jóvenes, también.

-El idiota del director eligió a la espantosa Enid Spore de Gryffindor para ser directora-. Cygnus señaló a una chica sencilla, pero de aspecto agradable, en la mesa de Gryffindor. -La novia de Algie Longbottom-. Hizo una mueca.

-Algie es la que tiene la cara redonda-, añadió Orión de forma útil. -Le gustan mucho los sapos, por alguna razón. No puede dejar de hablar de ellos-.

Harry sonrió. Este debe ser el tío chiflado del que hablaba Neville, el que le regaló a Trevor.

-Y el director es el insufrible Oswald Fudge de Ravenclaw. El obsequioso renacuajo adulaba y adoraba al director hasta que el viejo imbécil lo nombró Director-. Cygnus señaló a un chico bastante pomposo de pelo pajizo que pontificaba en la mesa de Ravenclaw. Los demás Ravenclaw parecían ignorarle, en su mayor parte, pero el delgado chico de pelo oscuro que estaba a su lado le miraba con expresión embelesada. Espera... ¿No es ese...? Harry sonrió al reconocer al vampiro Sanguini, que miraba soñadoramente el cuello de Fudge. Y ahí está también el amigo de Sanguini, Worple, el de las gafas de aspecto preocupado.

¡Qué extraño se sintió sentarse en la mesa de Slytherin durante la cena! Así que esto es lo que parece, la vista desde Slytherin... Harry no estaba acostumbrado a ver el Gran Comedor desde ese ángulo; hacía que todo pareciera extrañamente deformado, como si la propia realidad se hubiera distorsionado ligeramente. Harry escudriñó secretamente los rostros de la mesa de Gryffindor, anhelando ver a alguien conocido. ¿Quizás el pelo rojo de un Weasley? ¿O una joven McGonagall?.

No.

Se sintió decepcionado. Habría sido agradable tener alguna compañía agradable mientras estoy atrapado en este delirio. Me habría venido bien un Weasley. Bueno, siempre estaba Algie Longbottom. Y seguramente el chico alto y grave que estaba a su lado debía ser John Lupin, el buscador. Su pelo era más oscuro que el de su futuro hijo, pero su rostro era bastante parecido. Espero poder conocerlo. De alguna manera, tengo que advertirle contra Fenrir Greyback. Un día, insultarás a un hombre lobo, John Lupin, y él nunca lo olvidará. Un día, cuando menos lo esperes, vendrá por tu hijo.

TO KILL YOU WITH A KISS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora