TO KILL YOU WITH A KISS

Capítulo 14

Harry durmió en los brazos de Tom hasta la mañana. Mientras dormía, soñaba con Voldemort. Pero ya no soñaba con el aterrador Voldemort que conocía tan bien de sus pesadillas, la figura familiar cuyos rasgos inhumanos habían rondado, pálidos y sorprendentes, en sus sueños nocturnos durante años. Ahora, sus sueños se veían atormentados por un Señor Oscuro más sombrío que no conocía, un Voldemort sin forma del futuro, sin rostro y envuelto en la más absoluta oscuridad. Harry sintió que su mente buscaba a este Voldemort desconocido. Tu cara. Muéstrame tu cara. ¿Siguen brillando tus ojos de color escarlata bajo tu capucha, o tu mirada es plateada, como la de Tom? Pero la figura inmaterial del Señor Oscuro estaba más allá de su alcance, una sombra flotante sin forma ni sustancia, más oscura que la oscuridad, más escurridiza que el viento. ¿Quién eres, Voldemort? ¿Eres Tom?.

Pero algo llegó suavemente a los sueños de Harry y disipó la inquietante sombra de Voldemort. Harry, a caballo entre el sueño y la vigilia, sintió algo contra su frente, y supo que era Tom, que le besaba la cicatriz una y otra vez, como si quisiera borrar la marca de Voldemort.

Cuando Harry abrió por fin los ojos a la luz blanco-grisácea de la madrugada, miró los luminosos ojos gris-plata de Tom, y un leve cosquilleo que rondaba sus labios le dijo que la boca de Tom había estado allí un momento antes.

-Buenos días-, susurró Tom.

Harry sonrió. -Buenos días. ¿Me estabas viendo dormir?-.

Tom se sonrojó un poco. -Puede que sí. No pude evitarlo; eres tan hermoso cuando duermes-.

-Pero si me hubieras despertado, podríamos haber hecho el amor antes del desayuno-. La piel de Tom aún estaba caliente por el sueño, y Harry no podía soportar la idea de separarse de Tom todavía.

-Todavía es temprano para eso, mi amor-. Tom apretó una serie de besos profundos contra la garganta de Harry, y éste logró una débil protesta, aunque podía sentir que su cuerpo respondía con una dolorosa excitación.

-Tom, vas a dejar una marca. Todo el mundo lo sabrá-.

-¿Saber qué?- respiró Tom contra su piel. -¿Que me perteneces? Eso espero. Incluso Abraxas Malfoy debería ser capaz de captar esta pista-.

Harry se rió y se revolvió. -Bueno, en ese caso, aquí hay una indirecta igualmente visible para Walburga. Y también para Slughorn, que sigue deseando verte. No es que pueda culparlo por eso, realmente-. Besó la garganta de Tom, con fuerza.

-Ouch, vampiro-. Tom se rió. -¿Así está mejor?- Besó a Harry suavemente en los labios, una y otra vez. -Mmm. Así que sabes el secreto del pobre Horace, ¿verdad? No le digas que lo sabes, Harry; se morirá de vergüenza-.

-No lo haré. Tom, ¿Slughorn intentó alguna vez...? Oh-. Harry se sonrojó cuando un recuerdo de la mente de Tom penetró en su conciencia El rostro de Slughorn, lleno de un terrible y desesperado deseo, mientras hablaba con Tom -¿Por qué debería contarte más sobre los horrocruxes, Tom? ¿Qué podría inducirme a compartir un conocimiento prohibido tan peligroso con un estudiante?- Y Tom había sonreído y rozado ligeramente la mejilla de Slughorn con la mano, y éste había cerrado los ojos y susurrado roncamente -¿Qué harás por mí a cambio, Tom...?- La pregunta había permanecido, peligrosa y sugestivamente, en el aire durante un momento, pero luego Tom había respondido suavemente -Nada, Horace. No te ofrezco nada a cambio. Pero me lo dirás de todos modos, porque quiero que lo hagas-. Y Slughorn había abierto los ojos y había mirado los ojos plateados de Tom durante mucho tiempo. Y luego había suspirado y asentido. -Tienes razón, Tom, mi hermoso ángel. Por supuesto que te lo diré de todos modos. ¿Cómo podría negarte algo?-.

Harry acarició distraídamente los rizos de Tom, todavía atormentado por la expresión del rostro de Slughorn. -Pobre Slughorn... Tienes mucho poder sobre la gente, Tom-.