-¿Qué pasa, Alphard?- Harry tiró del torpe chico de Slytherin hacia el vestíbulo del castillo, lejos de la mirada curiosa del profesor Dippet.
-Mi despacho-. Tom habló suavemente detrás de ellos, sacudiendo la lluvia de sus oscuros rizos. -Podemos hablar allí sin que nos molesten-.
Alphard asintió brevemente, y los tres se dirigieron rápidamente al estudio de Tom.
La habitación era cálida y alegre, y acercaron sus sillas a las llamas que crepitaban alegremente en la chimenea. La lluvia seguía golpeando un ritmo lento e hipnótico contra las ventanas, pero Harry sintió que el calor del fuego disipaba la humedad de sus túnicas empapadas de lluvia y de su pelo.
Harry miró con curiosidad a Alphard Black, el tranquilo viajero. Ordinario. Parece tan extrañamente ordinario, para alguien que vaga por el tiempo. Sólo un adolescente alto y torpe, decidido a cambiar el destino y rescatar a sus seres queridos. Sintió que su corazón se calentaba ante el chico de Slytherin.
-¿Qué pasa, Alphard?- La voz de Tom era tranquila, pero Harry podía sentir el miedo que latía en su mente al ver el rostro sobrio de Alphard.
Voldemort. Tiene noticias de Voldemort. Harry no podía decir si el pensamiento era de Tom o suyo.
-Yo...- Alphard dudó. Su grave mirada oscura se detuvo en el rostro de Tom. -Elias, ¿cuánto sabe Tom sobre... el futuro?-.
Harry extendió la mano de Tom. -Le he contado todo lo que sé, Alphard. Sabe lo de Voldemort. Y sobre la muerte de mis padres, y mi cicatriz, y la profecía sobre nosotros dos. Y mi nombre es Harry, por cierto, no Elias-.
Alphard sonrió ligeramente. -Sí, lo sé. Ginny me lo dijo. Es que estoy acostumbrado a pensar en ti como 'Elías'...- Se volvió hacia Tom y le preguntó en voz baja. -¿Y? ¿Qué pasa ahora que lo sabes, Tom?-.
Harry sintió que la mano de Tom le rozaba suavemente la mejilla. Hubo un ligero temblor en la voz de Tom al responder: -Todo ha cambiado, Alphard. No quiero que el futuro sea lo que ustedes dos ya han visto. No va a serlo. Me lanzaré la maldición asesina a mí mismo antes de dejar que eso ocurra. Soy el amante de Harry, no su enemigo. Nunca dejaré que le hagan daño a él o a los que le importan-.
Alphard asintió. -Eso es lo que pensaba-, dijo en voz baja.
-¿Alphard?- Harry casi podía oír los latidos de su propio corazón furioso. -¿Has vuelto al futuro? ¿Qué... qué viste allí?-.
Alphard estudió la alfombra durante un minuto, evitando la mirada de Harry. -Bueno, volví y vi a Ginny. Esperaba encontrar el mundo mágico del futuro muy diferente esta vez, pero no...- Su voz se interrumpió.
-¿No ha cambiado nada?- Harry lo miró fijamente. -Alphard, ¿cómo puede ser eso? Tom está conmigo ahora; ¿cómo podría convertirse en Voldemort? No es posible-.
Alphard levantó la vista. -No sé cómo es posible, Elias. Harry... Pero está ahí. Voldemort. En el futuro. Y sus mortífagos también. Dumbledore sigue muerto, y también Sirius y Regulus-.
Harry lo miró con horror. ¿Voldemort sigue ahí, en el futuro? ¿Es inevitable su existencia? ¿Está Tom de alguna manera destinado a convertirse en Voldemort? No, ¡no puede ser! ¡Tiene que haber una forma de evitarlo!.
-¿Soy yo?- La voz de Tom era ronca. -¿Puedes decirlo, Alphard? Voldemort, ¿soy yo o es otra persona? Si elijo no convertirme en Voldemort, ¿cómo puede seguir existiendo?-.
Alphard negó lentamente con la cabeza. -No lo sé, Tom. Pero sí sé que los nombres están imbuidos de magia. Tal vez algo sucedió en ese momento en el futuro cuando cambiaste mágicamente tu nombre de "Tom Riddle" a "Voldemort". No lo sé; no hay muchos magos que hayan decidido cambiar sus nombres. Nuestros nombres son lo que somos; son nuestra propia esencia. Los nombres son inmensamente poderosos: por eso pronunciamos los nombres de los objetos en lenguas antiguas cuando recitamos hechizos, porque los nombres arcaicos están ligados mágicamente a los propios objetos. Y por eso una carta mágica de Hogwarts siempre encontrará a su destinatario, esté donde esté. Una vez que el nombre está inscrito mágicamente en la carta, el mensaje es atraído hacia la persona que posee ese nombre. Ginny incluso me habló de un mapa que existe en tu época, Harry, un mapa encantado de Hogwarts que reconoce a todas las personas del castillo por su nombre y rastrea sus movimientos a través de los pasillos y pasadizos del colegio-.
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TO KILL YOU WITH A KISS
FanfictionDespués de la muerte de Dumbledore, Harry busca respuestas en el Pensadero. Pero algo sale mal. Atrapado dentro de un recuerdo, Harry se encuentra de regreso en Hogwarts en 1945, donde conoce a un Tom Riddle de 18 años que enseña Defensa Contra las...