Capítulo 5

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-Los sueños-, dijo soñadoramente el profesor Íñigo Imago, -son la forma más arcaica de magia. Porque en nuestros sueños, la antigua sabiduría de nuestros corazones habla de verdades ocultas que nuestras mentes no pueden ni quieren ver-. Sus grandes ojos llenos de alma miraban más allá de los estudiantes en su clase de adivinación, como si estuviera mirando una verdad misteriosa que se encuentra un poco más allá de los confines del aula. -Pero a veces me pregunto ¿Qué es el sueño y qué es la realidad? Porque, ¿no son nuestros sueños nocturnos igual de vívidos que ese sueño que llamamos 'realidad'? ¿Quién puede decir qué es real y qué es un sueño? ¿Acaso toda la realidad es, después de todo, otro sueño?-.

Suspiró suavemente. Acercando su túnica azul noche, susurró con una extraña voz lejana -Hubo una vez un sabio mago en una tierra lejana que soñó que era un fénix. Se elevaba por el aire azul y su corazón se llenaba de alegría. Pero luego se despertó y recordó que sólo era un hombre. Pero, como era un hombre sabio, pronto empezó a preguntarse ¿Era un hombre que había soñado que era un fénix, o era un fénix que ahora soñaba que era un hombre?-.

-¡Barbas de Merlín, necesito un poco de café!, murmuró Abraxas. -Estas cosas siempre me dan un sueño terrible-.

-Ahora, por favor, vuélvanse hacia su compañero y comenten sus sueños más recientes. Traten de mirar más allá de la superficie, traten de ver con el corazón ¿Qué significa realmente el sueño?-.

Las sillas se rasparon, los alumnos se reagruparon y se produjo un silencioso murmullo de voces.

-La perfección...- Harry pudo distinguir la voz de John Lupin cerca. -Eso es lo que creo que representa tu sueño, Araminta. -La multitud que persigue al muggle deforme por la calle con lanzas representa tu propia búsqueda interior de la perfección absoluta-.

No, estoy bastante seguro de que sólo representa su deseo de perseguir muggles con lanzas... Harry dirigió su atención a Abraxas. -Así que... er... ¿has tenido algún buen sueño últimamente?-.

-¿Yo?- Abraxas sonrió. -Ni de lejos tan buenos como los tuyos, a juzgar por el pequeño hechizo de limpieza que te hice murmurar esta mañana-.

Harry sintió que se sonrojaba. -¡Oh, Merlín, Abraxas! No sabía que nadie más estaba despierto. Todo el mundo tiene un sueño así de vez en cuando-.

-Supongo que sí-. Los ojos grises de Abraxas brillaron. -¿Te importaría compartir los detalles de ese delicioso sueño que te hizo... er... usar ese hechizo en particular?-.

-No, no lo haría. De todos modos, no recuerdo nada de eso-.

-Es una pena. Podría ayudarte a interpretarlo, ya sabes-.

-No, gracias-.

De todos modos, todo es culpa tuya, Abraxas Malfoy. Tú eres quien me dijo que mi cama en el dormitorio de Slytherin solía ser la de Tom Riddle. Así que cuando me dice que está comprometido para casarse, es natural que mi subconsciente empiece a evocar imágenes de lo que él y su prometida hacían en mi cama el año pasado, en esas suaves sábanas de satén plateado. Al menos, creo que es natural. Tengo dieciséis años; los jóvenes de dieciséis años tienen extraños sueños eróticos todo el tiempo. ¿O es que ahora tengo diecisiete años, dentro del extraño mundo de los sueños de este recuerdo? Por supuesto, la idea de que alguien pueda haber hecho el amor en mi cama me afectó. Haría que cualquiera tuviera sueños extraños, ¿no es así? No se trataba realmente de ellos, de él y de ella. De todos modos, ella no era más que una figura sombría; ni siquiera puedo imaginarme el aspecto que podía tener cuando era joven. Y sólo imaginé su rostro porque... Oh, Dios, ojalá pudiera volver a soñar con dementores gritando en su lugar, como solía hacer.

TO KILL YOU WITH A KISS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora