Capitulo 20.

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-Vamos Mark, creo que te excediste con He Tian.

Luego de aquel golpe que el pobre alfa se llevo, He Sheng les dijo que no se preocuparan y que bien merecido que se lo tenia. Cada quien regreso a su casa, en casa de Mo, Qiu estaba bromeando con el rubio mientras Mo le vendaba la mano a este. 

—Vamos, solo fue un golpe. No esperaba que quedará inconsciente con eso.

Mientras Mark se reía, Mo le apretó la mano haciendo que este siseara.

—Ya no digan más, solo cállense. Voy a dormir .

Dicho eso, se dirigió a su habitación, no sin antes pasar por la de su princesa verificando que estuviera dormida.
Tomo una ducha y se puso pijama, se recostó dispuesto a dormír y se escuchó la puerta que era abierta.
Solo se giró un poco y en la oscuridad pudo ver qué Mark se sentaba en su cama.
Se arrastró un poco y abrazo al beta por la cintura oliendo la fragancia del perfume que este usaba, ese olor le provocaba quedarse así toda la noche.

—Muy cansado, cariño?

Con voz seductora le habló a Mo cerca de la oreja y este tembló de felicidad. Se levantó y tumbó al beta, presionando enseguida su labios en un beso rápido y necesitado, en medio de este, comenzó a desabrochar la camisa del rubio y tocar su abdomen como quiso.
Cuando intentó continuar hacia abajo sus manos fueron retenidas tras su espalda y con un impulso hubo un cambio de posiciones, con el Omega boca abajo con ambas manos presionadas a su espalda, quedando el beta de rodillas sobre el.

— Ceresita, intentas seducirme.
No pareces de humor para esto, es extraño ver esa iniciativa en ti.

—Te odio, ¿no puedes seguirme el ritmo? ¿Es mucho pedir ser follado cuando te sientes como la mierda?

Dijo con rabia al borde de las lágrimas.

Fue soltado y recogido en un abrazo, quedando espalda contra pecho mientras el beta era quien se recostaba.

—Cariño, ¿Porque te lastimas así? ¿No puedes contarme que sientes o ya no confías en mí? Sabes que te apoyaré en lo que quieras, pero no me pidas que haga eso estando tú así, por favor.

Mo se giró y se recostó para escuchar los latidos de su corazón, mientras pequeñas lágrimas rodaban por su mejilla.

—Lo siento, es muy estresante todo esto. Ya sabes quién es ese alfa que golpeaste, debes imaginar cómo me siento.

—Aun así, no soy adivino. Necesito que me cuentes, que te desahogues, no puedes vivir con esto en tu corazón toda la vida.

Jadeando logro sacar algo de lo que lo atormentaba.

—Volvio, al fin volvió... No sé cómo sentirme, siento que debería estar saltando de la emoción y... Y al mismo tiempo me siento traicionado. Cuando más lo necesité no estubo y ahora.. ahora qué me valgo por mi mismo y ya no pensaba en el, regresa.

Las lágrimas siguieron fluyendo libres, el beta empezó a sentirse extraño. Las feromonas del Omega eran tan fuertes que incluso el que no debería percibirlas lo hacía.

—Mo, cuánto falta para tu celo?

Este lo abrazó fuertemente por la cintura y restregó su cara sobre su abdomen, suspirando dijo.

—Revisa el calendario en... En la mesa de noche.

Sus jadeos se iban intensificando, Mark encontró el calendario con justo la fecha de hoy marcada como inicio de su periodo de celo y ahora estaba atrapado debajo de este.

—Cereza, ¿Dónde está tu supresor?

—No lo sé, en el cajón talvez. Pero, ¿que importa? Para eso estás aquí ¿No?

—Cariño, no se puede. Sabes que no podemos, necesitas tus supresores o todos se darán cuenta.

Entre sollozos Mo seguía replicando.

—No me importa, solo... Solo quiero que me ayuden. Por favor.


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Ya era casi media noche y He Tian no conseguía dormír, solo podía imaginar a ese estúpido beta con su pequeño Mo y su pequeña hija. Inaceptable, no podía creerlo y para colmo lo había noqueado de un solo golpe. Había quedado como una burla de alfa delante de ese imbécil.

Se vistió y salió a dar una vuelta, al menos intentaría distraerse antes de que le diera algo.
Caminó a un parque bastante alejado de su apartamento y se sentó solo en una banca.
Alrededor de 1 hora después sintió movimiento detrás suyo, al girarse pudo ver al pequeño Nieves, que ahora no parecía tan pequeño.

—Hola chico, te escapaste de casa. Estás muy lejos ahora.

El perro se acercó olfateando su pierna y luego salto sobre la banca sentándose al lado del alfa lamiendo su cara en el proceso.
He Tian no dijo más nada, estubo un tiempo acariciando al gran perro que había recostado la cabeza en su regazo y al parecer se quedó dormido.
Tiempo después revisó su celular para ver la hora, eran casi las 4 de la mañana, debía regresar sino su hermano también le daría una paliza por salir sin avisar.
Despertó al perro y le señaló que lo siguiera, una cuadra después el perro se detuvo y no quiso continuar por más que He Tian le insistió.

—Vamos amigo, ¿Que pasa?

El animal solo ladro y se dió vuelta regresando por dónde vinieron emprendiendo una carrera. El alfa no pudo perseguir lo, debido a que su teléfono sonó el timbre de mensaje.
Abrió el mensaje, se sorprendió al ver al remitente del mismo. Rápidamente se puso en marcha a su casa, necesitaba su coche, esto era un asunto de vida o muerte. No podía perder está oportunidad que el cielo le estaba dando.

                        Pequeño Mo.
      
          Bastardo bueno para nada, te necesito, ven rápido.

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Hola qué tal mi gente e vuelto de entre los muertos.

Disculpen a esta humilde servidora, pero tuve problemas familiares y a raíz de eso tuve un bloqueo horrible, no me daban ni ganas de meterme a escribir media palabra.
Pero ya todo bien, disculpen lo cortito.
Sin más que decir, hasta aquí mi reporte juaquin.

Cuidense los tqm.

Querido Mo. (19 Days) (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora