Querido Mo. (19 Days) (Omegaverse)

Extra 2. Cumpleaños.

Alfa y Omega, creados para complementarse entre sí sumándole las jugadas del destino, son la combinación perfecta para el desastre.

En una villa a la orilla del mar, que en términos del alfa era pequeña, sobrepasaba lo que el Omega podía imaginar cómo hogar, 3 personas en esa enorme casa a pesar de pasar mucho tiempo juntos se sentía algo vacía.

Una pequeña peliroja jugaba en el patio, seguida de una anciana que la cuidaba de cerca.
Está pequeña peliroja desde cerca no se veía tan pequeña, sus rasgos delicados y ojos grandes, indicaban que estaba alrededor de sus 15 años, aunque, con el ceño fruncido y un ligero puchero la hacían ver adorable.

— Tía, ¿Por qué papá, no me deja jugar con el pequeño Xi? El tío Xixi cada vez me invita a jugar con ellos en su casa y papá no me deja!!

Con una gran sonrisa la anciana le acarició la cabeza con ternura.

— Señorita, sabe cómo es el señor y el joven Jian aún no a presentado su género, teme que el chico sea un alfa y pueda haber un accidente, no se moleste con él.

La pequeña se levantó con cuidado de no caerse de sus zapatos de tacón, dirigiéndose a la casa tropezando en un escalón solo para ser atrapada por unos cálidos brazos y envuelta en un aroma cálido.

— ¿Hasta cuándo te diremos que camines con cuidado?

Esos cálidos brazos tenían un defecto según está pequeña, esa voz.
Esa que con un tono frío la regañaban cada que metía la pata, ese era su "mamá" como lo llamaban su padre y ella cuando esté no se encontraba cerca.

— Como ¿100 veces? Lo siento, aún no me acostumbro a estos zapatos.

Frunciendo el ceño, el Omega resoplo girando para mirar al que venía detrás.

— Te he dicho que ella no necesita usar ese tipo de zapatos, solo es el cumpleaños de su primo no una alfombra roja.

El alfa lo abrazó por la cintura y besó su mejilla.

— Solo lo sugerí, ella los usa por qué quiere. ¿Verdad?

— Falso.

El pelinegro se separó y la miró indignado.

— ¿Me llamas mentiroso? A mí, tu propio padre. Pequeño Mo, ¿desde cuándo mi propia hija me odia?

Mo solo les dió una pequeña sonrisa y empezó a caminar hacia el auto.

— Si no suben me iré solo y la hija "mentirosa" es obra de un alfa tonto que le gusta escaparse del trabajo.

Todo estuvo silencioso hasta el momento de aparcar el auto, cierto par de alfas estaban entrando en pánico delante de un sereno Omega.

— Papá!!! ¿Como pudiste olvidar el regalo? Pensé que desde la semana pasada que saliste lo tenías listo.

— Mo, ¿como vas a dejar que tus queridos alfas sean maltratados por tu malhumorado cuñado?

El Omega no hacía más que reírse al ver a estos entrando en pánico por un regalo que ambos debían comprar.

— No es mi problema, ojalá el cuñado de los coma vivos.

Se bajó del auto y los otros dos lo siguieron adentrándose en la recepción del hotel, mostrando la invitación un mayordomo los guió hasta el gran salón en el segundo, todo el lugar estaba decorado de lo más glamuroso y excéntrico, cortinas con colores brillantes colgaban del techo globos metalizados por todas partes.
Las personas finamente vestidas desentonaban con el lugar y sus miradas de sorpresa no se podían disimular.