Thirteen

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Taehyung pudo respirar tranquilo cuando su padre se excusó sobre atender algunas llamadas urgentes en su estudio apenas terminó la cena que había concluido con cierta tensión. A Tae no le interesaba si era cierto o no, simplemente quería a su padre lejos de Jungkook. No sabía cuanto más iba a tolerar sus comentarios mordaces sobre su mejor amigo y novio, independiente de la farsa tras sus intenciones. Falso o no, Jungkook merecía respeto como persona.

Joohin los mandó la sala de estar en lo que preparaba un poco de té para ofrecerles mientras se apaciguaba la lluvia. El clima parecía haberse sincronizando con el ambiente de la cena, pues había a empezado a llover un poco a mitad de esta, y cuando terminó, había empeorado demasiado.

Taehyung se acercó a la ventana que era azotado por grandes gotas, el cielo oscuro se iluminaba de vez en cuando por los fuerte relámpagos que desataban sonoros truenos.

—¿Estás bien? —Jungkook se acercó a su lado, sus manos metidas en los bolsillos de su pantalón—. Supongo que pudo haber salido peor, ¿no crees?

Taehyung esbozó una sonrisa demasiado pequeña cuando encaró a su mejor amigo.

—Supongo. Lo siento mucho por hacerte aguantar a mi padre. Ignora lo que sea que diga, es lo que yo hago —le dijo arrugando levemente su nariz. Jungkook sonrió divertido, asintiendo—. Y un poco también a papá Joohin. Lo que dijo de nosotros... —desvió su mirada nerviosa a la ventana nuevamente, todavía un poco abochornado por la imprudencia de su papá. Otro relámpago iluminó la noche—, ya sabes cómo es de soñador. Lo siento si te hizo sentir incómodo.

Una bola de nervios se instaló en su pecho al recordar las palabras de su papá.

Jungkook se quedó callado por un rato, siguiendo la mirada de Taehyung al exterior, incluso parecía haberse tensado un poco y Tae se mortificó un poco de que las palabras de Joohin realmente hubieran incomodado a su mejor amigo.

—Está bien. Parece que pudimos convencerlo lo suficiente —finalmente dijo Jungkook, su voz demasiado plana para identificar cómo se sentía al respecto.

Taehyung asintió y se giró hacia él, un poco más relajado.

—Gracias por hacer esto, Jungkookie. Sé que era demasiado para pedir y de verdad aprecio mucho que me hayas ayudado.

Jungkook sonrió ligeramente, levantando una de sus manos hacia él para acariciar un mechón suelto de su cabello claro.

—Haz hecho tantas cosas por mi como las hago por ti. No tienes que agradecer, hyung.

Taehyung se sintió cálido por sus palabras, su piel de repente hormigueando por la necesidad de abrazarlo, y aunque por mucho tiempo se había vuelto un poco inseguro por su exceso de acercamiento hacia su mejor amigo, Jungkook ya había dejado claro que no le molestaba su forma de ser y que incluso le gustaba que fuera pegajoso, así que a la mierda.

Deslizó sus brazos por la cintura del omega y enterró su rostro en su hombro, apachurrándolo en un abrazo. Jungkook no tardó en rodearlo con sus brazos, correspondiendo el abrazo y recargando su mejilla en la cabeza de Tae.

—Son la cosa más dulce del mundo —la voz de Joohin los sobresaltó y como si hubiera estado haciendo algo malo, Taehyung se apartó rápidamente de Jungkook.

Entonces cuando notó la mirada extraña y confusa de su mejor amigo, Tae cayó en cuenta que apartarse era incluso más extraño teniendo en cuenta que para Joohin ellos eran novios. Abrazarse de esa forma era algo de pareja, así que se sintió aún más estúpido.

—Gracias —dijo Jungkook cuando Joohin dejó la bandeja con las tazas en la mesita de centro y le ofreció una taza a cada uno.

Taehyung agradeció que Jungkook salvara el momento cuando puso su mano en su espalda baja y lo guio a uno de los sofás para que se sentaran juntos, sus piernas prácticamente pegadas al otro y sus brazos juntos cuando se recargaron en él respaldo.

Deliverance ❧KookTae❧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora