Deliverance ❧KookTae❧

Thirty Nine

Cuando salieron del bosque con Tae ayudando a Jungkook pues continuaba un poco débil, la noche ya había caído sobre ellos. Y los demás los esperaban con preocupación.

Mientras estaba con Jungkook, Jimin y Hyejin debieron de llegar. La madre de Jungkook corrió hacia ellos.

Se abalanzó a abrazar al menor.

—Gracias a los cielos —lloró sobre el hombro de Jungkook, quien tuvo que inclinarse para poder recibir los brazos de su madre sin poder corresponder pues sostenía la manta alrededor de sí—. Estaba tan preocupada, creí... creí... Oh, mi bebé, perdón por todo. Lo siento tanto —empezó a sollozar ligeramente.

—Estoy bien mamá, por favor no llores. No es tu culpa.

Hyejin se separó viéndose más angustiada por las palabras de Jungkook. Parecía que estaba por confesar absolutamente todo, pero Woo se adelantó acercándose un paso.

—Creo que lo importante es que Jungkook descanse un poco... Podremos hablar con él por la mañana, señora Jeon.

Los labios de Hyejin temblaron por un sollozo contenido, pero terminó por aceptar.

Jungkook frunció levemente el ceño cuando terminó de procesar la presencia de su profesor.

—¿Señor Woo? ¿Por qué...?

—Tendremos mucho tiempo para hablar, chico —Woo apretó su hombro.

Jungkook asintió notándose aún un tanto perdido por toda la situación, al menos hasta que se encontró sorprendido cuando Jimin solo se acercó y lo abrazó con fuerza. Tae no estaba seguro si alguna vez los había visto hacerlo.

No obstante, cuando se separaron Jimin le dio un manotazo.

—¡Hey! ¿Por qué fue eso? —Jungkook se sobó el brazo.

—Me a... Asustaste mucho a Tae, estaba volviéndose loco de nervios... Quita esa sonrisa, hablo en serio.

—Por supuesto, Tae estaba super asustado —dijo Jungkook.

—Lo estaba —Jimin tartamudeó—. Vamos, entra ya que hace frío —anunció antes de huir a la casa.

Taehyung sonrió enternecido y volvió a tomar el brazo de Jungkook para caminar a su lado.

—Te quiere mucho, ¿lo sabías? —le dijo al menor mientras volvían al interior. Jungkook se sonrojó y solo asintió—. Y tú también.

Se encogió de hombros sacándole una risita a Tae.

Los siguientes minutos se centraron en Jungkook queriendo tomar una ducha para volver a la cama, pues aun se sentía demasiado agotado que incluso tuvo que rechazar la cena que ofreció su madre quien preocupada terminó aceptando y después de pasar un poco más de tiempo con su hijo, finalmente dejó la habitación con el resto, dejándolos a ellos solos.

Taehyung se aseguró de dejar solo la lámpara encendida antes de tomar un lugar debajo de las cobijas. Jungkook estaba acostado boca arriba con la mirada perdida antes de dirigirla hacia Tae a su lado, una pequeña sonrisa en su rostro.

—Sentí a mi madre un poco rara. Entiendo que fue algo... repentino. Ni siquiera yo puedo comprenderlo aún. Pero, ¿tan mal me fue? —le preguntó el menor.

Taehyung se relamió sus labios, pensando cómo responder. Sabía que era una conversación que le correspondía a su madre. Nadie estaba de acuerdo de las acciones que tomó al ser testigos de que la vida de Jungkook había estado al borde de riesgo en los últimos días, pero después de todo, Tae no era quien para decírselo al menor.

—Fueron casi dos días que estuviste inconsciente —murmuró el omega en su lugar, acomodándose de lado para ver a Jungkook. No quería apartar sus ojos de él nunca más. —Todos estábamos muy preocupados —llevó una mano hacia él y empezó a acariciar su mejilla. Taehyung simplemente no podía mantener sus manos para sí mismo, como si tocar a Jungkook le asegurara que estaba ahí con ellos y que todo estaría bien.