Fifteen

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Taehyung había estado raro el resto de la semana. Y solo esperaba que Jungkook estuviera lo suficientemente distraído para no notarlo.

Prácticamente Tae se las había arreglado para mantenerse alejado. No es como si tomara mucho esfuerzo, Jungkook había estado ocupado con su trabajo y sus proyectos que lo habían tenido metido en los laboratorios estudiantiles, estaban en esas semanas estresantes y difíciles, usualmente era cuando se miraban un poco menos y también era una excusa perfecta para que Taehyung se la pasara en la biblioteca tratando de distraerse y no pensar en el raro momento que ocurrió la noche de la cena.

Al menos lo intentó.

Su mente parecía decidido a recordar una y otra vez lo que había hecho en su cama, y cuando lo hacía trataba de buscar alguna justificación sobre que el calor del momento que lo había orillado a hacer... eso. Cuando estás excitado, uno puede aferrarse a cualquier cosa para buscar alivio, ¿verdad?

—Mierda —murmuró por lo bajo, cerró de golpe el libro que había intentado leer sin éxito y dejó caer su frente sobre este.

Todavía tenía muy presente que no había logrado mirar a Jungkook la mañana siguiente a ese evento y había agradecido que su mejor amigo tuviera que irse pronto para su clase ya que Taehyung entraba más tarde. Y pese a los días que pasaron, sentía que aún no podía mirarlo a los ojos sin pensar en el hecho que se había masturbado mientras se aferraba al aroma de su almohada. Dios, era mucho más vergonzoso que haber despertado con una erección a su lado, y eso ya era le había provocado suficiente vergüenza.

No entendía una mierda. Habían sido mejores amigos desde años y nunca había reaccionado de esa forma... Bueno, cuando se presentó tal vez estuvo un poco obsesionado con el aroma de Jungkook impregnado en su suéter que había tenido aferrado durante toda la semana, y cuando se lo confesó a Jungkook tuvo que endulzarlo un poco para no decirle que había querido correr a su hogar y tomar toda su ropa para hacer un nido de ella. Ya se había sentido suficiente apenado y con el tiempo le pareció innecesario contar el detalle. Simplemente se había aferrado a su aroma porque era alguien cercano, Jungkook había disipado sus preocupaciones diciéndole exactamente eso.

De cualquier forma, no había vuelto a reaccionar de esa manera ante el aroma de Jungkook, es decir, si, le agradaba, le hacía sentir en casa y a veces se encontraba abrazando su cuello solo para olfatear un poco, pero simplemente era la forma en que ellos eran y tal vez por ello se sentía tan pegajoso con él, después de todo su amistad se había definido por ser muy cercanos y cariñosos. Pero... ¿que lo excitara? Era demasiado. Totalmente absurdo. Jungkook era su mejor amigo.

Jimin también es tu mejor amigo y no eres tan mimoso con él ni su aroma te excita en absoluto. Ni siquiera porque es un alfa.

Taehyung levantó la mirada y frunció el ceño ante sus pensamientos. Quería pensar que el hecho de que Jungkook fuera un omega no debería ser el factor principal por el que había estado replanteándose sus reacciones y la razón de ellas. Pero es que, inevitablemente, si lo era.

Con el pasar de los años y con bastantes luchas interminables que sus antepasados habían iniciado hace varias décadas, la igualdad en el trato de las razas había avanzado lo suficiente para que los omegas dejaran de percibirse como un eslabón inútil que su único propósito fuera procrear. Mujeres y hombres omegas pelearon por ganarse un lugar respetable en la sociedad. No obstante, la lucha nunca tomó base en la protesta sobre una igualdad física, pues era imposible luchar contra la naturaleza de sus lobos, y fue por ello que se centraron en la igualdad de respeto y oportunidades. La respuesta fue progresiva, pero se necesitó bastante tiempo para que la sociedad llegara a ese punto en el que todos tenían el derecho de estudios, trabajos y salud correspondiente para cada designación.

Deliverance ❧KookTae❧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora