Deliverance ❧KookTae❧

Eighteen

Debió esperarlo, pero no por eso le molestaba menos.

Taehyung debió adivinar que su padre HyunBin invitaría a Park Seojoon. Una parte de él quería convencerse de que lo había hecho por mera amabilidad, sin intenciones extras. Pero se trataba de Kim HyunBin. Nunca hacía nada sin intenciones egoístas.

Manteniéndose furioso e impaciente, Tae tuvo que hacer una fila corta adentro de los baños para poder entrar a un cubículo. Una vez terminó, se lavó sus manos y agradeció a la empleada que le tendió una toallita para secarse. Pero al salir, no vio a Jungkook cerca.

Extrañado caminó por el pasillo para regresar al salón, pero cuando escuchó unas voces conocidas antes de doblar, se detuvo de inmediato y pegó su espalda a la pared.

—... y no soy tonto, chico. Así que dime cuánto o qué te prometió Taehyung para que lo ayudaras a zafarse de su responsabilidad.

El omega se congeló al escuchar la voz rígida de su padre. ¿Qué hacía ahí?

—Debe estar confundido señor Kim —escuchó que Jungkook respondía, su voz tranquila pero firme. Tae admiraba que no se escuchara intimidado en absoluto—. ¿Por qué piensa que nuestra relación no es genuina?

Su corazón dio un vuelco. No puede ser... ¿Su padre de verdad pensaba que ellos estaban pretendiendo? ¿Cómo mierda logró adivinarlo?

—Por favor —espetó el alfa con una risa seca—. Apenas y son convincentes. Y aunque fuera real que evidentemente no es así, están destinados al fracaso. Entonces dime Jeon, cuál es tu precio por quitarte del camino.

La molestia en su pecho se multiplicó ante el descaro de su padre de tratar de chantajear a su mejor amigo. Independientemente de que sus sospechas fueran certeras, HyunBin no tenía ningún derecho de menospreciar el valor de Jungkook y de sí mismo de esa forma. Estaba harto de que su padre quisiera manejar y comprar todo con dinero y a conveniencias. Incluido a las personas.

—Lamento decepcionarlo, pero Tae y yo realmente estamos juntos. Así que esta coacción es inútil en todo caso. Le pido amablemente que no pierda su tiempo.

Tae sonrió. Ese es mi Jungkookie.

—No seas ridículo. Todos tienen un precio. Deja de intentar engañarnos a todos y termina con esta estupidez de una vez —respondió su padre con impaciencia. A este punto Taehyung sentía que sus venas hervían, tan harto de su padre y al borde de cansancio que su cabeza apenas pensó lo que estaba haciendo cuando se acercó con paso firme hacia ellos. Hacia Jungkook. Ni siquiera estaba seguro si lo pensó realmente, solo actuó por impulso motivado a querer callar a su padre—. Así que dime cual es...

Se colocó frente a Jungkook, lo tomó del cuello y antes de sopesar qué tan buena idea era, solo pegó sus bocas juntas. ¿Que no estaban siendo convincentes? Taehyung le mostraría a su padre cuán convincentes podrían ser.

Manteniendo sus ojos cerrados, sintió que su mejor amigo se congelaba en su lugar, más allá de sorprendido, pero fue cuestión de segundos cuando unas manos se deslizaron en su cintura y el rostro de Jungkook se ladeó para poder corresponder el beso.

El encuentro estaba destinado a un breve beso, solo para restregarle en las narices a su padre que ellos estaban juntos. No le importaba que realmente no fuera así. Taehyung estaba harto y cansado... Pero entonces instintivamente separó sus labios y Jungkook respondió de inmediato, tomándolos con un toque delicado pero levemente profundo. El roce envió una sacudida por todo su cuerpo.

Las piernas de Tae se sintieron como gelatina.

Su corazón empezó a latir fuertemente y sus manos cosquillearon nerviosas cuando las arrastró hasta la nuca del menor, un suspiró salió de sus labios en el momento que Jungkook apresó su inferior antes de volver a besarlo con suavidad. Taehyung sabía que eso había sido suficiente, su padre debió de captar el punto.