Deliverance ❧KookTae❧

Twenty Three

Jimin exudaba nerviosismo.

Era el más consciente que se miraba horrible, con sus pocas horas de sueño y su constante desconcierto con el tema del lobo, era de esperar que hubiera perdido la cabeza. Estaba echo un desastre y lo pudo confirmar cuando Jungkook le dio una mirada extraña mientras se acercaba a la barra del bar donde trabajaba.

—¿Qué te sucede? Te ves... mal —mencionó el omega una vez Jimin se sentó en un taburete.

—Puedo decir lo mismo de ti —respondió en lugar de iniciar con el punto de su presencia en el lugar. No sabía muy bien como empezar la conversación sin verse demasiado obsesionado y preocupado, no es como si su aspecto físico no ayudara lo suficiente.

—¿Por qué lo dices?

—Puedo oler tu frustración e incomodidad a kilómetros de distancia. ¿Sucedió algo la otra noche en la fiesta de Joohin? Tae no ha respondido mis mensajes.

Jimin no se perdió el leve cambio de expresión en el rostro del menor.

—No es algo de lo que quiera hablar —dijo el omega con voz plana e indiscutible. Y dado que Jimin era el principal fan en sacar de casillas a Jungkook, estuvo tentado a indagar un poco más. Pero había algo en la mirada de Jungkook, algo pesado y oscuro que le hizo comprender que el omega realmente no quería expresar sus preocupaciones a tal punto que Jimin realmente se sintió consternado y, lo admitía, preocupado también.

Jimin le daría el tiempo que al parecer necesitaba. De cualquier forma, había venido con Jungkook con otro propósito.

—¿Puedo hablar contigo? —le preguntó el alfa.

—Ya lo estás haciendo.

Jimin lo miró desganado.

—Me refiero a una conversación privada Jeon, es importante.

Jungkook lo observó y pareció notar la sinceridad en su rostro.

—Justo ahora estoy bastante ocupado, le pedí a mi jefa unos días de descanso y necesito terminar unas cosas antes.

—Es importante —insistió el alfa.

El omega suspiró con pesadez y asintió.

—Deja pedirle a mi compañera que me cubra. ¿Me esperas afuera de la cocina?

Jimin asintió y salió por la salida de emergencia. No pasaron más de cinco minutos cuando Jungkook salió a la calle, imitando la postura de Jimin al recargarse en la pared del restaurante.

—Entonces qué es —habló Jungkook.

Jimin se mordió el labio. Aun no tenía idea cómo hablar de ello.

—Tu tienes cerebro —inició por lo pronto.

Jungkook lo miró como si se debatiera entre reírse o mirar a Jimin como un completo loco.

Jimin se sentía como uno, siendo honestos.

—Uh... Gracias por el dato, justo necesitaba que me lo recordaran —respondió el omega con incredulidad.

Jimin rodó los ojos.

—Calla, necesito preguntarte algo y tu sabes muchas cosas, ya sabes, eres listo y todo eso —explicó mientras miraba intranquilo los alrededores de la calle sintiéndose casi histérico de que alguien los escuchara.

—Es lo más amable que me has dicho desde que nos conocemos.

—Pon atención, pitufo.

—Y ahí murió la amabilidad.