Deliverance ❧KookTae❧

Fourteen

El sueño de Taehyung empezó a tornarse curioso.

Se encontraba en unas suaves sabanas de seda, todo el alrededor parecía estar demasiado desenfocado y lo único que lograba centrarse era en sí mismo.

Acostado.

Acostado bajo un hombre.

Un hombre que no tenía ni idea de quien se trataba.

El rostro del desconocido estaba un poco desenfocado, pero apenas podía prestarle atención a eso, todo en lo que Tae podía concentrarse era en que ese otro hombre estaba arrastrando besos húmedos por su cuello mientras sus manos se movían en suaves caricias por su cuerpo desnudo. ¿Había mencionado que estaba desnudo? Ambos lo estaban. Jodidamente desnudos mientras el tipo continuaba descendiendo sus besos por su cuello y clavículas. Se sentía tan estupendamente bien que a Tae apenas le importó de quién se trataba.

Reparó mucho después que estaba teniendo un sueño húmedo. Otro de sus tantos sueños húmedos que le ocurrían de vez en cuando.

En su sueño, sus ojos se cerraron y soltó algunos suspiros por la satisfacción de las caricias, la forma en que las suaves manos paraban y rozaban las zonas correctas de su cuerpo que lo hacían estremecerse.

Entonces inhaló un poco y...

—Oh dios —jadeó. El aroma que lo invadió era... adictivo, delicioso, sintió que quería más y más de ello. Nunca le había pasado en ese tipo de sueños, estos siempre se trataban de pieles y sensaciones. No creyó que un aroma podía impregnarse de esa manera en sus sentidos estando en un sueño. Además, no hubiera olvidado un aroma así. No tenía idea si se trataba del hombre extraño que estaba complaciéndolo, pero Taehyung sintió la necesidad de seguir oliendo más.

—Tae —lo llamaban. La voz le parecía conocida, pero al mirar al hombre, este estaba tan enfrascado en el cuerpo de Tae que no parecía que fuese él quien había hablado—. Taehyung...

Ignorando la voz, la boca del desconocido siguió viajando al sur hasta que se detuvo en uno de sus pezones.

Taehyung gimió.

Gimió tan fuerte que se despertó.

—Taehyung —repitieron con más dureza, casi amenazadoramente.

Tae parpadeó la bruma de su sueño e intentó enfocar su mirada. Sus ojos se abrieron de golpe cuando reparó lo que había estado haciendo y por qué Jungkook había estado llamando su nombre con tal rigidez.

Su rostro estaba enterrado en el cuello de Jungkook, pero literalmente... aplastado contra él, olfateando con vehemencia en su glándula de olor. Lo peor de todo no era que tuviera medio cuerpo encima de su mejor amigo, ni que su entrada se hubiese lubricado apenas levemente, lo peor era que Tae estaba malditamente duro. Su erección pegada a la cadera de Jungkook.

¿Pero qué mierda?

Tae se alejó de un salto, tan asustado y abochornado que la mayoría de su erección se fue casi al instante. La luz que entraba por su ventana le permitía estudiar el rostro de Jungkook.

Su mejor amigo estaba tenso, la mandíbula fuertemente apretada con su mirada clavada en el techo.

—Y-Yo... —tartamudeó Tae sin saber cómo rayos mirar a su mejor amigo.

Acababa de tener un jodido sueño húmedo a su lado y en su inconsciencia se había pegado a él, prácticamente le había restregado su maldita erección. ¿Qué mierda, en serio? En el último año ellos apenas habían dormido juntos dado que Jungkook normalmente amanecía en el sofá cuando pasaban la noche en sus departamentos, cosa que confundió a Tae en su momento y todo lo que Jungkook respondió fue que él lo empujaba demasiado en las noches. Taehyung ni siquiera era inquieto mientras dormía, no sabía de que hablaba.