12. La feria

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Después de unos largos días en la ciudad, en casa de la tía Daliza, finalmente regresamos a casa. El día de pesca fue bastante divertido. Tamara cayó al lago después de asustarse con una mariposa que revoloteaba frente a ella. Michael, presumiendo de sus finos caballos, terminó siendo arrojado al barro por uno de ellos, quedando irreconocible.

Lola, como siempre, solo observaba y rara vez decía una palabra.

Al final, la tía Daliza nos agradeció la visita y dijo que siempre seríamos bienvenidos.

De vuelta en el pueblo, lo primero que hice fue visitar a Tebi en Sevilla. Me senté, pedí un helado y le conté todo lo que había sucedido en casa de la tía Daliza, incluyendo mi conversación con Mat.

Al día siguiente, regresé a la cafetería, de vuelta al trabajo.

—Así que le caes bien a tus primos —dijo Mat con sarcasmo.

—Son insoportables. ¿Tú no tienes primos insoportables?

Mat me miró por encima del hombro mientras servía café.

—La verdad, todo el mundo es insoportable, son un fastidio. Y sí, tengo dos primos, pero no hablo con ellos.

—Claro, debí imaginar que dirías eso.

Mat se alejó con la bandeja en sus manos.

Mat se ha puesto aún más guapo en estos tres días que estuve ausente.

¡Oh no! Debo dejar de pensar esas cosas. Susan, no olvides que Mat solo es un patán y un gruñón al que le fastidia la gente, y que por un milagro divino al menos te ve como una amiga. ¿OK?
Pero, ¡ay!, Mat es como uno de esos príncipes, con su cabello oscuro que cubre sus orejas y esos ojos que hipnotizan y...

—¡Susan! —gritó Mat frente a mí.

Me sobresalté.

—¿Qué? ¿Qué pasa?

—¿En qué estabas pensando? —Mat levantó una ceja.

—Eh, nada, yo... estaba imaginando cosas, ya sabes...

—Eres patética —dijo Mat, sentándose.

—Y tú eres un amargado.

Mat levantó una ceja.

—Y yo que ya había aceptado ir contigo a la feria.

Abrí los ojos de par en par. —De acuerdo, de acuerdo.

—Pero supongo que los amargados no van a las ferias —dijo, tocando su barbilla.

—¡Oh, por supuesto que sí!... Iremos los tres.

—¿Los tres?

—Con Tebi, te había contado...

Mat hizo una mueca.

—Será un fastidio, pero está bien, como quieras.

*

El Sueño De Susan✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora