Agitando mi abanico rápidamente, el calor sigue surgiendo por todo mi cuerpo. Es domingo y el verano se siente en toda la zona. Aunque el aire acondicionado que tengo en la oficina de mi casa me relaja, no puedo quedarme ahí todo el día. Me pongo de pie y salgo de allí para dirigirme a la sala de estar, donde me dejo caer en el sillón y prendo la TV.
Como si la estuviera llamando con la mente, me entra un mensaje de Katerín.
Kate: Alístate, pasaré por ti en cinco, iremos a la playa con los chicos.
¡Oh, sí! El día perfecto para escapar del calor y desconectar un poco.
Yo: Perfecto, te espero.
Subo rápidamente a mi habitación, echo un vistazo a mi clóset, el cual está lleno de ropa de verano. Después de unos segundos de indecisión, agarro un vestido de baño de dos piezas con girasoles dibujados, mi favorito. Me recuerda a un viaje que hice con mi padre cuando era niña, a una playa similar a la que vamos hoy. Sonrío al recordar esa época. Guardo el bikini en mi bolso de paseo y salgo.
Sentada en mi sofá, esperando a Katerin, mi móvil suena. Es Laura, mi paciente.
Laura (paciente): Hola doc, quería saber si podría ayudarme con algo… lo sé hoy es su día libre, mañana en su oficina podemos hablar. Bye, besos Doc.
Suspiro. La psicología a veces es un dolor de cabeza, pero también una gran responsabilidad. Laura, es una chica especial. Tiene solo quince años, pero carga con un dolor más allá de su edad. Su padre falleció hace poco y eso ha dejado una profunda huella en ella, manifestándose en comportamientos arriesgados y cambios bruscos de humor.
Recuerdo la primera vez que la conocí. Era una niña tímida y retraída, pero con una mirada que hablaba de un mundo interior lleno de tormentas. Con el tiempo, hemos logrado construir una relación de confianza y ha comenzado a abrirse conmigo. Me cuenta sus miedos, sus sueños y sus pesadillas. A veces, siento que la estoy ayudando a reconstruir su vida, pero otras veces me siento impotente ante el dolor que lleva dentro.
La bocina del carro de Katerin suena, interrumpiendo mis pensamientos.
Katerin me da una sonrisa.
—Hola linda.
—Hola Kate. Buen día para ir a la playa.
—Por supuesto, supuse que te morías de calor al igual que yo así que convoque a los chicos para irnos a refrescar un poco. Sube, los chicos ya van de camino.
—¿Lees mentes? —digo mientras abro la puerta del auto y entro.
—No nena, eso lo haces tú —guiña un ojo.
Rio.
Katerin es una hermosa chica carismática, los chicos le dicen de cariño 'Pocahontas' ya que su color de piel es canela, su cabello largo y negro cae en cascada por sus hombros, sus ojos oscuros y achinados le dan un aire exótico que recuerda a la famosa princesa de Disney.
Y así nos dirigimos a la playa, el recorrido era de una hora, así que todo el camino fuimos cantando a todo pulmón nuestras canciones favoritas. Katerin, fiel a su estilo, puso una playlist llena de ritmos latinos que nos hicieron bailar en nuestros asientos. Yo, por mi parte, aproveché para poner algunas de mis baladas favoritas, esas que te hacen suspirar y recordar viejos amores.
Al llegar a la playa, estacionamos el auto de Katerin y nos dirigimos hacia donde se encontraban los demás chicos. Katerin llevaba puesto un hermoso vestido rosado que resaltaba su bronceado y que, por debajo, escondía su traje de baño.
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El Sueño De Susan✔️
RomanceEl sueño de Susan, es un viaje apasionado de amor, sueños y perseverancia. Con una imaginación desbordante y un corazón lleno de sentimientos, ella se embarca en una búsqueda para convertirse en una escritora destacada. A pesar de los retos y dificu...