29. La playa ll

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—¿Quién quiere empezar? —pregunta Jony, limpiando el lente de sus gafas con la manga de su camiseta. Un silencio expectante se apodera de la pequeña sala, rota solo por el suave tic-tac del reloj.

Todos nos miramos, buscando en los ojos de los demás alguna señal, alguna pista que nos indicara quién se atrevería a romper el hielo.

—¿Por qué no nos cuentas algo tú, Susan? Ya que siempre tienes grandes aventuras —Katerin propone, su voz suave y cálida.

Todas las miradas se vuelven hacia mí. Siento cómo un nudo se forma en mi garganta, la presión de compartir una parte tan íntima de mi vida. Lo pienso por última vez, respirando hondo, y luego asiento con determinación.

—Bien —aclaro mi garganta, tratando de que mi voz no tiemble—. Ustedes saben que siempre les he hablado de mi mejor amigo Tebi y de Mat. Eran mis únicos amigos en ese entonces, cuando la vida parecía un poco más simple. Cuando me enamoré de Mat, nuestra amistad se hizo aún más fuerte. Tenerlos a mi lado era todo lo que necesitaba. Hasta que la distancia comenzó a abrir una brecha entre nosotros, nuestros caminos se bifurcaron y solo quedamos Tebi y yo...

—¿Qué pasó con Mat? —pregunta Katerin, sus ojos llenos de curiosidad.

Suspiro, recordando aquellos días con una mezcla de nostalgia y tristeza.

—Escogió un camino diferente... Uno que no incluía a ninguno de nosotros.

Volteo hacia Marco, notando la intensidad de su mirada. Sus ojos oscuros parecen penetrar en mi alma, buscando alguna respuesta que solo yo conozco.

—Los amigos no son para siempre —dice Camila, cruzando una pierna sobre la otra. Su tono es frío y calculador—. Y las relaciones menos. Tienes que aprender a soltar eso, si no quieres seguir sufriendo, querida.

Sus palabras me hieren, pero sé que hay una parte de razón en ellas. Sin embargo, una pequeña voz dentro de mí se niega a rendirse.

—Tal vez algún día se vuelvan a encontrar —dice Katerin, tratando de ofrecer un rayo de esperanza—. Hay amores que duran para toda la vida.

—O tal vez cuando lo encuentres le pones tus manos en su cuello hasta que muera ahogado por haberte dejado —interrumpe Tony, su voz cargada de sarcasmo.

—¡Tony! —exclaman Katerin, Camila, Jony y Daniel al unísono.

El ambiente se tensa. La pequeña reunión se ha convertido en un campo de batalla, donde mis recuerdos más preciados son usados como armas.

—No le pongas cuidado Susan, Tony siempre es así de fría y sin sentimientos —Katerin le da una mirada de pocos amigos a Tony.

Río, tratando de aligerar el ambiente.

—Tal vez no sea mala idea.

Todos ríen, excepto Marco. Sus ojos parecen perdidos en algún recuerdo lejano, una expresión melancólica que contrasta con la alegría general.

—Bien, ahora sigo yo —dice Daniel, acomodándose el cabello con una sonrisa vanidosa—. Verán, saben que soy un chico muy apuesto, ¿no? —Tony hace una mueca de fastidio, pero Daniel continúa sin inmutarse—. Una vez, cuando fui de viaje a Canadá con mis amigos de ese entonces, estuvimos en un club privado. Allí había dos chicas que me veían con mucho deseo... bueno, ese día me las llevé a un lugar más privado y... ¡fue increíble! Aún recuerdo como si hubiera sido ayer.

Un silencio incómodo se apodera del grupo. Nadie sabe muy bien cómo reaccionar ante la historia de Daniel. Finalmente, Tony rompe el hielo.

—¡Eres un idiota! —exclama, su voz llena de ira—. ¿Cómo puedo tener un hermano tan idiota? Pareces adoptado.

Daniel abre los ojos en sorpresa.

—Hey, hermanita, ya cálmate que me asustas cuando te pones así —dice, levantando las manos en señal de rendición.

Tony cruza los brazos sobre su pecho y vuelve la cara, ignorándolo por completo.

Todos intentan disimular una sonrisa, pero la tensión en el ambiente es palpable.

El tiempo pasa volando. Antes de darnos cuenta, ya son las 10:00 pm.

Los demás se despiden y se van en sus autos. Katerin se ofrece a llevarme a casa, y agradezco su compañía.

Mañana me espera un largo día en el trabajo, pero por lo menos tendré la oportunidad de reflexionar sobre esta noche y todo lo que hemos compartido.

El Sueño De Susan✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora