Solo tú ~GaaLee~

Capitulo 2.

Gaara y Lee estaban mirando el concurso de pasteles, siempre les ha gustado ver la competencia pero nunca se han animado a competir.

Hanabi ganó el concurso por tercera vez consecutiva con su delicioso pastel de chocolate y fresas.

-No me sorprende, creo que no podrán vencer nunca a la esposa de Konohamaru. -dijo Gaara.

-Si, Hanabi tiene esa receta desde pequeña, recuerdo que íbamos a "visitar a Hinata" y en realidad todos convenciamos a la pequeña de que nos cocinara uno de sus postres.

-¿Crees que ella la compartiría con nosotros?

-Ni siquiera lo ha hecho con Hinata.

Gaara bufó.

- Iré por algo de beber, espérame aquí mi amor.

Lee se detuvo a mirar los fuegos artificiales, se veían maravillosos esa noche.

-Permiso, voy a pasar.

Un chico iba pasar junto a Lee pero para quitarlo de enmedio lo tomó de las caderas y lo hizo a un lado.

Lee se quedó frisado, se giró para verlo y regañarlo por tocarlo pero se quedó callado cuando vió a un chico pálido y pelirrojo de aproximadamente diesiciete años.

-Lo siento señor.

El chico le sonrió y se fue.

-¿Señor?

Era la primera vez que le decían señor, al menos la primera vez que le importa, no pudo evitar sentirse viejo, lo cual es una tontería ya que solo tiene cuarenta y siete años, no es un nene pero aún no quiere que lo traten como un señor, o como un anciano.

-¿Quién era el? -preguntó Gaara.

-No lo sé.

Lee miró al chico una ves más y luego volvió a mirar los fuegos artificiales.

-El... ¿Te gustó?

-¿Ah?

Lee miró a Gaara a quien los ojos le brillaban en total tristeza.

-El chico ¿Te gustó?

-¡No, claro que no! ¿Como puedes pensar eso?

-Vamos Lee, está más que claro que te gustan los pelirrojos.

Lee no pudo evitar reír un poco.

-Debo admitir que disfruto verte celoso.

Gaara se cruzó de brazos, mientras que Lee acarició su cabello rojo con una que otra cana perfectamente blanca relucíendo.

-Sabes que te amo ¿Verdad?

Gaara levantó la mirada y bajó los brazos.

-Lo sé.

Lee lo abrazó y besó su frente.

-Vamos, tiene que haber algún juego que nos guste.

Lee y Gaara comenzaron a caminar por la feria hasta que a lo lejos divisaron a Neji y Tenten y fueron a saludarlos.

-¡Neji! -Lee se lanzó hacia el y lo abrazó.

-Tienes cuarenta y siete años Lee, ¿cuando vas a dejar de hacer eso?

-Nunca.

Tenten y Gaara se saludaron de forma más civilizada y los cuatro se sentaron a disfrutar de la noche.

-¡Papá!

Shinki apareció frente a ellos y se dejó caer entre las piernas de Gaara.

-¿Que sucede Shinki?

-Me enamoré.

Los mayores no pudieron evitar reír, después de todo Shinki era uno de los hombres más fuertes de esa generación y estaba totalmente derretido por alguien.

-¿Quién es la afortunada? -preguntó Lee.

-Chou-Chou.

-¿La chica que llamaste cerda asquerosa?

-Siii, ahora es bellísima pero no quiere nada conmigo, papá dile que cambié y que soy guapo y rico.

-No creo que le importe nada de eso, la hiciste sufrir en el pasado, ahora acepta las consecuencias.

-Ahhh pero me gusta mucho.

-Si hubieras sido más amable las cosas hubieran sido diferentes.

-¡Agghhh!.

Neji rió y negó divertido.

-¿Este es el Kasekage? Que vergüenza.

Shinki se cruzó de brazos y se levantó.

- Iré a hablar con ella otra ves.

Shinki se fue en el momento justo en el que llegó Tenji.

-Ya volví. - la chica al ver a Lee saltó hacia el. -Tio Lee ¿Como has estado?

-Yo muy bien ¿y tu pequeña? ¿el tonto de tu padre te trata bien?

- Lee que te he dicho de llamarme tonto. -dijo Neji.

Lee sonrió y se encogió de hombros.

La noche transcurrió tranquila y los cuatro regresaron a la casa de la misma forma en la que se fueron, el primero en irse a dormir fue Metal quien decepcionado con sigo mismo se durmió rápido.

Luego Shinki quien no durmió pensando en Chou-Chou y lo jodidamente hermosa que se había vuelto.

Y por último Gaara y Lee quienes no durmieron porque no querían hacerlo.

Estaba más que claro que las cosas ya no eran como antes, pero a pesar de todo era maravilloso volver a estar los cuatro en una misma casa, disfrutando de ser una familia.

Es maravilloso regresar.