Capitulo 7

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Miroku había sido arrastrado por todo el pueblo de Rodorio, había acompañado a Shina para comprar un regalo para Seiya, pues al parecer pronto sería su cumpleaños.

Miroku: ¿Me recuerdas por qué vine?
Shina: Necesito la opinión de un hombre.
Miroku: He visto que te llevas bien con el caballero de la ocatava casa, pudiste decirle a él.
Shina: Debo cuidar de ti. ¿Lo recuerdas?
Miroku: ¿Y para que quieres un regalo para hombre?
Shina: Pronto será el cumpleaños de un buen amigo mío, lo he querido asesinar más de una vez pero... Al final es un buen amigo.

La atención de Miroku fue captada por un bonito vestido en color morado, que inevitablemente visualizo en la peliverde que estaba frente a él.

Miroku: ¿Por qué no compras esto? - dándole el vestido - creo que... Se te vería bien.
Shina: Escucha monje.
Miroku: Lo digo enserio, se te vería bien.

Shina únicamente tomo el vestido y se lo llevó para probarselo.
Se quitó la máscara, y comprobó lo que ya sabía, estaba sonrojada, y su reflejo en el espejo de ese vestidor, se lo gritaba y restregaba en la cara.

Shina: No puede gustarme. - recargandose en la pared - Aledebaran ya me contó de dónde viene y.... No puede gustarme Miroku.

En otra parte

Sango miraba a DeathMask con detenimiento, estaba sorprendida, pues el guardián de la cuarta casa ni siquiera había probado una gota de alcohol, y no la había dejado sola en ningún momento.

Sango: Yo no pedí esto. - mirando al mesero - probablemente se equivocó.
Mesero: Es cortesía de la casa. (Sonrojado)
DeathMask: Escucha mocoso. - llamando la atención de todos - si la señorita no pidió este pastel, entonces llévatelo, yo me puedo encargar de darle lo que ella pida.

El mesero retiro el plato con la rebanada de pastel que le había llevado a Sango, y enseguida DeathMask pago la cuenta y salió del lugar tomando la mano de la castaña.

Sango: ¿A dónde vamos? - pregunto un poco aturdida por lo que acababa de pasar -
DeathMask: A una pastelería que está aquí cerca, no es necesario que ese sujeto te regale una rebanada.
Sango: Pero....
DeathMask: Sin peros.

.....

Estaban en el coliseo, viendo cómo Aome y Sango jugaban con Shippo, Rin y Kiki, mientras que DeathMask le contaba sobre su "cita" a Afrodita.

DeathMask: ¡Soy un completo idiota! - grito mientras caminaba de un lado a otro frente a Afrodita - ahora creerá que soy un idiota posesivo.
Afrodita: No te discuto para nada que seas un idiota. (Riendo)
DeathMask: Afrodita vine por un consejo.
Afrodita: Vienes con la persona equivocada. - suspiro pesadamente -  Ni siquiera he podido decirle a Aome que estoy enamorado de ella.
DeathMask: Al menos las vemos sonreír gracias a nosotros.

DeathMask le había comprado a Sango cuánto pastel se le puso enfrente, y ahora se encontraba compartiéndolos con Aome y los niños.

DeathMask: ¿Por qué la florecita tiene tantas pulseras?
Afrodita: Después del entrenamiento lleve a Aome al pueblo,  una niña se acercó vendiendo pulseras, le gustó una y... Termine comprándole todas.
DeathMask: Somos unos completos idiotas.
Afrodita: Unos idiotas enamorados.
DeathMask: Y hablando de idiotas enamorados.

DeathMask señaló a Miroku, quien a la distancia se veía caminando a lado de Shina, el monje tenía un gran sonrojo, y estaban seguros de que la amazona también estaba sonrojada.

Rin: Se me olvidaba. - sacando algo de la bolsa de su vestido - hace un rato encontramos esto.
Kiki: Es verdad, creímos que te gustaría Aome.
Shippo: Se parece a la que buscábamos, y te puede traer recuerdos.

Aome abrió los ojos con sorpresa al igual que Sango, y, por instinto o un simple impulso, Aome tomo la perla que Rin tenía en sus manos.
Dicha joya, al sentir el poder de su guardiana, recobró su brillo y poder, sin embargo, la perla también estaba vinculada a Naraku, quién había absorbido a Magatsuhi.

Una gran explosión se escuchó en el lugar dónde estaban los calabozos, logrando llamar la atención de todos.

???: ¡El prisionero escapó!

El grito fue escuchado por Inuyasha, Sesshomaru y Kykyo, quienes corrieron al lugar en el que hasta hace unos minutos estaba encerrado Naraku, sin embargo, la voz de Kykyo los hizo preocuparse.

Kykyo: La perla está cerca. - señalando el coliseo - por aya.
Sesshomaru: La Miko está en ese lugar.

Los tres salieron corriendo en dirección al coliseo, si ahí estaba la perla y también Aome, Naraku iría directamente a ella.

....

Afrodita había visto la reacción de Aome al tomar la perla entre sus manos, sabía que algo no andaba bien, menos cuando ella volteo a verlo y estaba llorando, si a eso le sumaban que ellos también escucharon la explosión, sabía que algo estaba pasando.

Naraku: Así que aquí estás. - llamando la atención de la azabache - sabía que no podías haber ido muy lejos.

En cuanto Aome vio a Naraku frente a ella, recordó casi todo, cuando conoció a Inuyasha, cuando quisieron quitarle sus almas para Kykyo, recordó casi todo, menos la última discusión que tuvo con Inuyasha.

Trato de correr, sin embargo Naraku estuvo apunto de atraparla, de no ser por las incontables rosas que aparecieron frente a ella, giro levemente encontrándose con Afrodita, usando su armadura, al igual que DeathMask.

Afrodita: Corre.
DeathMask: Sango, llévatela.

Sango no lo pensó dos veces, tomo la mano de su amiga y comenzó a correr, en ese momento reconoció que habían bajado la guardia, y no llevar su bumerang con ella habia sido un gran error, aún más cuando las extensiones de Naraku estaban comenzando a atacar.

El agujero negro de Miroku fue lo que las ayudó, el monje tomo de la mano a Aome y comenzó a correr con ellas, mientras que Afrodita y DeathMask le hacían frente a Naraku.

Naraku: Hagan lo que hagan terminarán muertos, igual que Aome. (Riéndo)
DeathMask: ¡Ondas de Inframundo!

El ataque había logrado herirlo, sin embargo este se recuperaba rápido, y volvía a atacarlos.

Afrodita: ¡Rosas piraña!
Sesshomaru: Colmillo explosivo.

El ataque de Sesshomaru, combinado con el de Afrodita, fue lo que logro herir a Naraku, quien al ver que el Taisho mayor también estaba ahí, decidió escapar.

Sesshomaru: Ese estúpido absorbió a Magatsuhi.
Afrodita: ¿Quién es Magatsuhi?
Sesshomaru: Hmp.

Los tres corrieron hacia dónde estaba Aome, quien en ese momento era sujetada por Miroku, pues la azabache quería golpear a Inuyasha, pues al parecer, después de que el peliplateado menor se deshiciera de las extensiones de Naraku, había sido mandado al suelo, después de hacerle un reclamo a Aome.

Aome: ¡Eres un tonto Inuyasha! ¡Y abajo!
Kykyo: Ya recordó.

Esas palabras lograron hacer que Afrodita sintiera miedo, pues si Aome ya había recordado, eso significaba que pronto se iría de su lado.

Amor, Rosas y RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora