Capitulo 13

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Esa noche, Aome y Afrodita no fueron los únicos que se habían demostrado lo mucho que se amaban, pues, en cuanto termino la reunión para establecer el plan, Miroku fue en busca de Shina.

En cuanto a DeathMask y Sango, la castaña fue quien le dijo al guardián de la cuarta casa, que quería quedarse esa noche con él, y no pudo negarse, pues quería lo mismo.

.......

El grupo de Aome, y algunos caballeros se reunirían en la sala del patriarca, esto para arreglar los últimos detalles del plan, antes de llevarlo a cabo.

Sin embargo, cuando Aome y Afrodita entraron, tanto Sesshomaru como Inuyasha voltearon a verlos enseguida, pues los dos notaron como ahora sí, el aroma de la azabache y del guardián de la doceava casa, se mezclaban por completo.

Inuyasha: ¡Desgraciado! - grito mientras se acercaba a Afrodita y lo tomaba del cuello - ¿Que le hiciste a Aome?
Aome: Inuyasha, déjalo.
Afrodita: Suéltame, idiota. - dijo mientras lo empujaba - Lo que haya pasado entre ella y yo, es cosa que a ti no te importa.

Justo cuando Inuyasha estaba por volver a atacar a Afrodita, al salón entraron Sango y DeathMask.

En ese momento Inuyasha sentia que tenía una especie de tic nervioso en el ojo, pues también se percató en el cambió de olor en su amiga.

Inuyasha: Tú también te atreviste a tocar a Sango.
DeathMask: Vuelve a decir algo así y te juro que el infierno es el último lugar que vas a visitar.
Inuyasha: Ustedes y yo arreglaremos esto más tarde. - señalando a Afrodita y DeathMask, y luego miro a Miroku, quien iba entrando junto a Shina - Y tú monje, eres un enfermo.

Los ahí presentes no entendían porque Inuyasha se había dado cuenta de que algo había pasado entre las tres parejas, aunque claro, Sango, Aome y Miroku si lo sabían, y tenían que explicarles.

........

Shion: No puedo permitir que ustedes vayan. - dijo una vez que escucho las razones de Afrodita, DeathMask y Shina para estar ahí -
Afrodita: ¿Por qué no? - protestó de inmediato al escuchar la negativa - Nosotros podemos ayudar.
Sesshomaru: Su ayuda termina en el momento que regresemos a nuestra época. - hablo llamando la atención -
Aome: Lo siento Afrodita, pero esto es algo que debemos hacer nosotros, solos.

Afrodita y DeathMask se miraron entre sí, después voltearon a ver a Shina, quien simplemente asintió con la cabeza, ellos no se quedarían ahí sin hacer nada, irían de algún modo.

...............

A Shippo le gustaba estar en el jardín con Aome y Afrodita, y  el guardian del templo debía reconocer que el pequeño había aprendido muy bien a cultivar las rosas venenosas, y le dolería que se fuera.

Shippo: ¿Esto lo aplicó así? - pregunto mientras aplicaba el fertilizante, era increíble como no le afectaba el veneno -
Afrodita: Shippo. ¿Te quieres quedar aquí en el santuario?
Shippo: Yo... Si quiero, pero tengo que volver y...
Afrodita: Pero tu madre es Aome.  - replicó en cuanto vio que Shippo buscaba excusas -  ¿Quieres quedarte? Puedo hablar con Athena y el maestro Shion, para que te quedes.
Shippo: Si, quiero quedarme.

Aome decidió no intervenir en esa conversación, ella tampoco quería dejar a Shippo, pero si lo hacía, sabía que  Sesshomaru o Koga lo acogerian en su manada, y no estaría sólo, y se convertiría en un poderoso demonio zorro, pero también sabía que con ayuda de los caballeros,  podría hacerlo.

Afrodita había cumplido en hablar con Athena y Shion respecto a que Shippo se quedará, ellos dijeron que no había ningún problema, pero que la decisión era de él.

Al día siguiente

Aome y Kykyo caminaban cerca de dónde se encontraba Naraku.
Afrodita y Mu las observaban a la distancia.

Para Naraku habia sido un golpe de suerte ver qué Aome y Kykyo estaban cerca de su escondite, y que con ellas llevaban la perla.

Por otro lado, Aome fingió que aún no recordaba nada, y le hacía preguntas a Kykyo sobre la perla, algo que las dos sabían, Naraku usaría a su favor.

Cuando Naraku se paró frente a ellas, Aome fingió asustarse, y Kykyo se puso frente a ella.

Naraku: Ahora la defiendes. - dijo mientras soltaba una carcajada - cuando una vez ya habías intentado matarla.
Kykyo: ¿Qué quieres Naraku? - pregunto ignorando el comentario - Ya no tienes la perla
Naraku: La tienen ustedes. Y me ahorraron el trabajo de ir a buscarlas.

Antes de que Naraku las atacara, los tres fueron teletransportados al santuario, se encontraban corriendo en dirección al coliseo, en dónde ya todos estaban esperando los demás.

Los primeros en hacerle frente a Naraku, para debilitarlo, fueron Shaka, Aioros y Saga, y para cuando les dió alcance, él y el grupo de Aome se vieron transportados a la época antigua.

Aioria: Oigan. - llamando la atención de los demás - ¿En dónde están Afrodita, DeathMask y Shina?

Época antigua

Cuando llegaron, Naraku no perdió la oportunidad de escapar, si, estaba débil y necesitaba hacer algo antes de enfrentar a todo el grupo.

Pero el grupo entero se sorprendio al ver ahí a las mismas personas a las que les habían prohibido ir por con ellos.

Aome: Ustedes no pueden estar aquí. - dijo mientras se acercaba a ellos - ¿En qué estaban pensando?
Afrodita: No las íbamos a dejar solas.
Sango: Esto es peligroso.
DeathMask: Hemos peleado contra dioses, ese idiota no es problema.
Sesshomaru: Hay que comenzar a movernos. - llamando la atención - Debemos de aprovechar antes de que anochezca, además, hoy es luna nueva.

Shina y Miroku no se dijeron nada, no lo necesitaban, además, la peli verde ya le había dicho que iría con él, del modo que fuera, pero que no lo dejaría ir sólo.

Todos comenzaron a avanzar, hasta que Afrodita se dió cuenta de que Shippo también estaba ahi, cuando se suponía que debería estar en el santuario.
Cuando Afrodita le pregunto, él simplemente le dijo que no quería dejar sola a Aome.

Afrodita: ¿Cómo está eso de que Kykyo quiso matarte? - pregunto una vez que dejó de hablar con Shippo? - No me lo habías dicho.
Aome: Es una larga historia. - suspiro mientras miraba a Afrodita - No es como si ahora fuéramos amigas, pero... Ya pasó.

Amor, Rosas y RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora