Capitulo 14

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Afrodita había sido de gran ayuda, pues, al poder sentir las vibraciones de las flores, les indico la dirección exacta en la que se encontraría Naraku, pero, llegados a un punto, vieron que todo estaba destruido, gracias a su veneno, y no había ni rastro de vegetación.

Sango: No se ve absolutamente nada en los alrededores. - dijo mientras descendía con Kirara. - Prácticamente borro su rastro.
Sesshomaru: Salgamos de aquí.

Sesshomaru comenzó a avanzar, los demás lo vieron y segundos después, lo siguieron.
Por otro lado, Inuyasha estaba molesto, muy molesto, pues no le agradaba para nada que Afrodita y DeathMask estuvieran viajando junto a ellos, y en cuanto a Shina, no tenía nada contra ella, pero le parecía un poco antipática.

Shina: Entonces... ¿Ya no hay nada entre tú y Sango? - pregunto tratando de no sonar tímida -
Miroku: Podré ser un mujeriego, pero no un mentiroso. - respondió para defenderse - Corrección, fui un mujeriego, pero no soy mentiroso.

El grupo sólo vio como Miroku paso "volando" frente a ellos para después caer abruptamente en el suelo,  y después a una muy molesta Shina que se dirigía hacia él para hacer que se levantará.

Aome: Si hizo lo que creo que hizo...
Sango: Con un golpe hubiera sido suficiente.

Días después

Ahora que la perla estaba completa, habían aumentado los demonios que se atrevían a atacar al grupo para conseguir dicha joya.

Cómo en ese momento, pues esperaron de todo, menos el ataque de una manada de ogros, no entendían como podían ser tantos, pues parecían ser un ejército.

Afrodita Y DeathMask le cubrían la espalda a Aome, pues era evidente que iban detrás de ella, pero en cuanto el guardian de la cuarta casa vio que Sango estaba en problemas, no dudo en ir a ayudarla.

DeathMask: Lo siento amigo, el amor de mi vida está en problemas. - dijo mientras se dirigía a atacar a los tres ogros con los que peleaba la castaña. - Vuelvo enseguida.

......

La pelea había terminado relativamente bien para ellos, pues, al final, se dieron cuenta de que Naraku había enviado a esos ogros, lo supieron gracias a que Miroku había alcanzado a absorbido algunos de los insectos de Naraku, pero al final, habían ganado, y se encontraban curando sus heridas.

Aome: ¡Deja de moverte! - grito ya sintiéndose molesta - Si dejaras de moverte no sería tan brusca y no te lastimaria.
Inuyasha: Yo no te pedí que me curaras. - respondió mientras le arrebataba el algodón con alcohol y se arrojaba en la cara. - No necesito de tu lastima, tonta.
Aome: ¡Abajo!

Cuando Afrodita vio lo que Inuyasha había hecho, espero a que el conjuro pasará, y una vez que el peli plateado se puso de pie, lo recibió con un golpe.

Afrodita: Agradece que a pesar de ser un idiota se preocupa por tí. - dijo después de golpearlo y volverlo a enviar al piso - Estúpido perro.
Inuyasha: Desgraciado. - respondió mientras se ponía de pie y limpiaba la sangre de su labio. - ¿A ti quien te da el derecho de meterte en esto?
Afrodita: ¡Lo hago porque Aome es mi prometida! - respondió al tiempo que lo sujetaba de la ropa. - Así que cuida el modo en que le hablas a mi mujer.

Incluso a Sesshomaru le sorprendió escuchar algo así, y el resto del grupo vio con sorpresa como Sango y DeathMask parecían saber de lo que hablaba el guardian de la doceava casa.

Su sorpresa aumento cuando Aome no desmintió nada, y simplemente le pidió a Afrodita que no discutiera con Inuyasha, que no valía la pena hacerlo.

Afrodita: No me pidas que no intente matarlo cuando te habla y te trata de ese modo. - protestó una vez que ya estaban solos - Aome, ese tipo es un idiota, y te trata de lo peor solo porque estás conmigo.
Aome: Lo sé, se siente traicionado, por eso actua así.
Afrodita: No tiene justificación la manera en que te habla. - volvió a protestar - Es un idiota.
Aome: No lo estoy justificando. Pero tampoco quiero ser extremadamente dura con él, después de todo es mi amigo, y no ha tenido una vida fácil. - explicó mientras se acercaba a él. - Él ha tenido una vida muy solitaria, su padre murió el mismo día que él nació, su madre murió cuando era un niño de unos siete años, la mujer que amaba murió intentado matarlo, y su hermano ha intentado matarlo más veces de lo que crees. Hasta antes de todo esto, éramos la única familia que él tenía, y ahora siente que una vez más lo está perdiendo todo. Él no sabe cómo expresar eso.
Afrodita: Puede que... Tenga motivos para sentirse así. - respondió analizando las palabras de Aome. - Después de todo, yo tuve al patriarca como padre, a Saga y Aioros como hermanos mayores y a los otros idiotas como amigos y hermanos. Pero eso no quiere decir que voy a dejar que el te trate así. Si es un idiota contigo, besar el piso será el menor de sus problemas.

Aome solo rio ante el comentario de Afrodita, aunque él tenía razón, todo eso, a Inuyasha no le daba derecho de tratarla del modo en que la había tratado unas horas atrás, si, había sido grosero unas cuantas veces, pero esa era la segunda vez que la hacía sentirse de lo peor, y no estaba dispuesta a tolerar una tercera vez.

Afrodita: Por cierto. - llamo su atención al tiempo que la abrazaba - Te ves hermosa mientras peleas. - besándola -
Aome: Gracias valiente caballero.  - respondió cuando se separó de él - Nunca nadie me había dicho algo así.
Afrodita: Tu te ves hermosa en cualquier situación.

Cuando volvieron al campamento, se encontraron con que Miroku estaba golpeando a Inuyasha a modo de reprimenda, pues al parecer él y Sango lo estaban curando, pero el monje aprovecho para ponerlo en su lugar por lo que le había hecho a Aome.

Miroku: Si se te dice que no te muevas es porque tus heridas se pueden abrir. - grito mientras Inuyasha estaba tirado en el suelo y el lo golpeaba con el pie en la espalda - Tonto imprudente, comportate por una vez en tu vida y has lo que se te pide.


Amor, Rosas y RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora