Capitulo final

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Habían ido a Japón, la madre de Aome la había regañado por no saber nada de ella en casi un año, y por su fuera poco, dejar sus estudios de lado, además, de llegar con un hombre y decir que se iba a casar.

Pero para su sorpresa, termino abrazandola y diciéndole que se alegraba de que estuviera de regreso.

Naomi: Entonces ella es Sango y él es Miroku. - afirmó par ella misma mientras veía a los mencionados - Sean bienvenidos a la familia. - abrazándolos -
Aome: Mamá... Hay algo más. - llamando su atención - Afrodita quiere hablar contigo.
Naomi: Si se van a casar primero deja que termine sus estudios. - mirando al peli celeste - Ven aquí hijo.
Afrodita: Es un honor tenerla como suegra. - recibiendo gustoso el abrazo que Naomi le había dado -

Cuatro años después

Gracias a que Aome se encontraba en su último año de preparatoria, sólo tuvo que revalidar un año, y después decidió estudiar enfermería, pues, al vivir en el santuario con Afrodita, apoyaría en la pequeña clínica del pueblo.

Sesshomaru: Modifica está parte de aquí. - entregándole unas hojas - Lo demás está pasable.
Aome: ¿Puedo saber porque revisas mi tesis? - pregunto con algo de confusión - Mi asesor es Shippo.
Sesshomaru: Miko, he vivido lo suficiente como para haber sido médico por un tiempo. - explicó mientras se servia una copa - También Inuyasha, enséñale eso que tú llamas Tesis y te dirá lo mismo.

El tic nervioso que en ese momento tenía, era el indicativo de que Sesshomaru tenía razón, pero ella no pensaba admitirlo.

Si, Sesshomaru, Shippo y hasta Inuyasha seguían con vida.
Sesshomaru resultó ser el dueño de uno de los hospitales más prestigiosos de Japón, Inuyasha, para su sorpresa, era el director de la carrera de enfermeria en la universidad de Tokio, misma en la que ella habia estudiado, y Shippo, para su sorpresa, Shippo resultó ser profesor en la misma facultad.

Si, de algún modo, Shippo y Sesshomaru habían logrado alargar la vida de Inuyasha, así como la de Rin, aunque claro, ella era un caso aparte al igual que Kykyo.

Después de varios años, Inuyasha había vuelto a sentir algo muy fuerte por Kykyo, y se casaron, teniendo una hija, que ahora era una bella adolescente de 16 años, la cuál lograba sacar de sus casillas a su padre.

Afrodita: Sesshomaru, déjala. - dijo mientras entraba a la sala - La última vez que revisaste su tesis, casi querías cambiarle su nombre.
Sesshomaru: Se suponía que tú estabas en el santuario. - replicó en cuanto lo vio entrar -
Afrodita: ¿No puedo venir a ver a mi prometida? - contraatacó al instante - Debo estar presente, en dos días presenta su tesis, y tengo que estar ahí para verla.
Aome: Y la boda es una semana después. - completo ella - A la cuál vas a asistir.
Sesshomaru: ¿Me dejaste otra opción? - pregunto con ironía -

Las risas no se hicieron esperar, pues, a pesar de su humor un poco negro, no se podía negar que se llevaba bien con la pareja, y sus hijas los adoraban, para ellas y para la hija de Inuyasha, ellos eran los tíos consentidores al igual que Shippo, Shina y Miroku y Sango y DeathMask.

Quienes por cierto, ya tenían hijos.
Miroku y Shina tenían dos hijas, unas hermosas gemelas, y DeathMask y Sango tenían un hijo, que era idéntico a él, pero con el cabello de su madre.

.......

Aome había aprobado su examen de titulación, uno de los sinodales había sido Inuyasha, quien no le puso las cosas nada fáciles, pero al final, él fue quien le dijo que había aprobado.

Días después

Shina y Sango no pudieron evitar mirar con cierta ilusión a su amiga, pues, recordaban el día en que ellas se habían casado con sus respectivas parejas.
Justo el mismo día en que Shina había dejado de usar su máscara.

Amor, Rosas y RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora