Epílogo

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12 años después

Afrodita miraba como su hija, después del entrenamiento había ido corriendo hacia dónde estaba Manigoldo, si, su amigo había decidido ponerle el nombre de su antecesor a su hijo.

Afrodita no tenía nada en contra del adolescente de 15 años, claro, siempre y cuando no estuviera cerca de su hija mayor.

Amarilis, la hija mayor de Aome y Afrodita. Había heredado la belleza de sus padres, el rostro fino de su padre, los grandes ojos  hermosos y expresivos de su madre pero en color azul, la sonrisa coqueta de su padre al igual que el lunar en su pómulo y el largo, negro y sedoso cabello de su madre pero con los rizos de su padre.

Era la adoración de Afrodita, era "su niña"
Por si fuera poco, había nacido un día antes del cumpleaños de Afrodita y bajo la protección de la constelación de Piscis, y era él quien se encargaba de entrenarla.

Pero no sólo habían tenido a Amarilis, no, para fortuna de Shippo, también era el hermano mayor de dos pequeños encantadores, quienes poseian un encanto particular, se llevaban dos años de diferencia, pero tenían un rasgo común, habían nacido con heterocromia en sus ojos, pues uno era de color azul y el otro de color café.

Pero uno era la viva imagen de su padre pero con cabello negro y el otro era la viva imagen de su madre pero con cabello celeste.

Sus nombres eran Aster y Nalin, y todo indicaba que ellos también serían parte de la nueva generación de caballeros, uno bajo la constelación de andrómeda y otro bajo la constelación del dragón, incluso sabían que si les gustaba pasar tiempo con Shun y Shiryu era por algo.

Aome: ¿En qué piensas?  - pregunto mientras lo abrazaba por la espalda y lo sacaba de sus pensamientos -
Afrodita: En lo mucho que han crecido nuestros hijos. - respondió y dejo escapar un suspiro para después girarse y abrazarla - Aún recuerdo cuando estábamos enseñando a caminar a Amarilis.
Aome: Si, crecieron muy rápido. - suspiro y vio como su hija y el hijo de su amigo se sonrojaban - Muy pronto Amarilis se convertirá en una hermosa señorita.
Afrodita: Mi hermosa rosa está dejando de ser un botón y pronto abrirá sus pétalos para ser tan hermosa como su madre. - besandola - ¿Te ocurre algo? Estás pálida.
Aome: Descuida, son las náuseas matutinas. - restándole importancia -

Afrodita conocía las náuseas matutinas, claro que las conocía, durante el embarazo de Amarilis y Aster, Aome batallo mucho con eso, pero hubo una particular condición con el embarazo de Nalin, pues el de los síntomas había sido Afrodita, incluyendo las náuseas.

Afrodita la miro con adoración, Aome era una mujer hermosa, y parecía que los años no pasaban por ella, si, se veía madurez en su mirada, pero seguía teniendo un rostro hermoso y sin ninguna imperfección, pero no la adoraba sólo por eso.

Aome era una mujer hermosa, eso no lo podía negar, incluso era la envidia de muchos en el santuario, pues había más de uno que aún después de casados, se atrevió a coquetear con Aome, recibiendo a cambio una negativa como respuesta y como un bonus extra, una buena dosis de rosas venosas.

Afrodita la amaba porque desde que la conoció, ella había llegado a darle más color a su vida, le había dado a sus tres hijos, que eran su mayor tesoro, y lo hacía feliz como sólo ella podía.

Afrodita: Nalin se pondrá celoso al saber que ya no será el pequeño de mamá. - dijo con algo de gracia - No sabes lo feliz que me haces al saber que voy a ser padre por cuarta vez. - abrazandola -
Aome: También estoy feliz de estar embarazada una vez más. - respondió con una sonrisa - Pero tenemos que parar, a este paso, entre nosotros, Angello, Sango, Miroku y Shina, vamos a tener a la nueva orden de caballeros.
Afrodita: Creeme, los demás van a contribuir, sobre todo Marín y Aioria.

Amor, Rosas y RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora