XX. Propuestas y terrores que no terminan

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—Veo que te han pintado. Son muy buenas.

—Mi señor Namjoon ha estado un poco insistente en el tema. Empieza a preocuparme que vaya a empobrecer por ello. —Suelta Jimin con ligera gracia y Jungkook ríe por la nariz, arrugándola.

—No lo creo. Es demasiado cuidadoso cuidando el tesoro real como para descuidar su propio dinero—opina el general y Jimin encoge de hombros—. Que extraño que le digas así ¿No te da permiso de llamarlo por su nombre?

—No hablamos mucho.

— ¿No?

—No.

—Vaya.

—Me trajo para estudiar a Soo y ahí muere nuestra relación. Una vez acabe de estudiarla me devolverá a la casa de Kisaengs. —anuncia Jimin bebiendo el té que sirvió. Jungkook se muestra en desacuerdo.

—Dudo muchísimo que sea capaz de soltarte. No un hombre que apenas es capaz de quitarte la mirada de encima.

—Jum...

—¿Qué sucede?

—No es la misma persona. A quien ves tú, no es Namjoon.

—Quizá tú lo ayudes a volver.

Jimin da una risa tierna.

—Ay, mi señor, no poseo semejante importancia como para lograr así. Me halaga, pero alguien como yo no podría.

—Yo diría que sí—Insiste Jungkook, terco—. No veo por qué aferrarte a la idea de que serás abandonado. No eres un niño ahora y mucho menos un perro.

—Tal vez no, pero cuando ya te han abandonado como a uno, es complicado pensar que no se repetirá. — Jimin bebe más de su té.

Sus padres lo abandonaron. Aunque eso fue sin intención.

Namjoon lo abandonó.

Jin lo abandonó.

Agust lo abandonó.

Jungkook lo abandonó.

Todos quienes han sido importantes en su vida lo han abandonado. Tal como Jungkook le dijo, ya no es niño pequeño y por ello, ya no va a ilusionarse con que en esta oportunidad será diferente. Así evitará que duela cuando suceda. Jungkook acerca su mano y toma la de Jimin, le da un suave apretón.

—Va a mejorar. De verdad será diferente. —asegura Jungkook en voz baja.

—Te creería, de no ser porque también eres un mentiroso y también me dejaste. —aparta suavemente la mano.

Jungkook sabía dónde estaba.

Jungkook sabía que planeaban Agust y Namjoon.

Jungkook podía incluirlo, podía llevarlo a su casa en lugar de dejarlo ir a la casa de Kisaengs y ¡No hizo nada! Se fue a viajar, cumplir con lo que pidieron para él y lo abandonó. Jimin no pedía que se quedará, tampoco que lo llevará con él a sus viajes. Tan solo que lo salvará de seguir en lo único que iba a ser su destino allá y por el contrario, le dio la espalda. No espera nada de nadie. Ni siquiera con estas conversaciones.

Nada aparte de que ahuyenten el silencio que lo atormenta.

~ * * * ~

—Es bonito. Siempre lo ha sido.

Namjoon asiente de acuerdo. Agust le pidió ver una de las pinturas que se hicieron de Jimin. El emperador la observó largamente y Nokssek lady le entregó a Namjoon una caja en el entretiempo. Un regalo para el kisaeng como la última vez. Namjoon se aproxima y le pregunta en voz baja al emperador lo que supone, motivó esa expulsión tan repentina. A pesar de que Agust guarda silencio, Namjoon es capaz de descifrar su respuesta con facilidad.

Loyal Muse | NamMin || BOOK 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora