XXXVII. Vuelve quien se fue hace tiempo

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Hubo mucho antes de mí.

Muchas personas antes de mí.

Muchas situaciones antes de mí.

Hubo muchos amores.

Muchos conflictos.

Mucho llanto.

Mucho dolor.

Mucha agonía.

Mucha tragedia...

Pero también hubo mucha alegría.

No es la primera vez que vivo. Tampoco será la última. He vuelto una y otra vez a acompañar al dragón de jade a ser el máximo gobernante. Que pueda llegar a ser emperador del mundo entero en el futuro y aun si no llega a ello del todo, estará con todos en la palma de su mano. Y yo voy a estar a ahí para cuidar que esa frágil criatura tan bella y única no sea destruida

El agua no puede romperse: fluye, se amolda, se adapta. Quizá se ensucie, seque, contamine hasta lo imposible y manipule para seguir un cauce especial, pero ¿La realidad? El agua siempre vuelve a surgir. Siempre volverá a su forma. Los ríos se desbordan, las olas crecen, la tierra se hunde y el agua la consume; lo sucio se disuelve o simplemente queda expulsado lejos. Poco hay más versátil e implacable que el agua. Junto a aquello que acepta y agradece hundirse en ella.

Hubo muchas vidas.

Hubo muchas situaciones.

Hubo muchos amores.

Pero lo único que he hecho es volver a él una y otra vez. Él quien no cambia de nombre y yo que no he parado de hacerlo. Mi alma que se divide en una capaz de amar su esencia y la otra, capaz de amar y sentir su cuerpo. No es suficiente. Esta vida no me basta. No va a bastarme jamás...

Siempre nos volveremos a encontrar. Incluso si el planeta arde, sé qué vas a acompañarme... ¿Puedes escucharme? Tan orgulloso y creído como siempre. Tú nunca te has llamado Ji. Empezaste a usarlo una vez me fui. Tu nombre es-

—Joon.

Ji frota su cabeza contra el pecho de Jimin. El kisaeng sentado y que lo miro largamente hasta que el nombre salió de entre sus labios. El dragón de la sabiduría gorgorea complacido por el abrazo que recibe de parte del muchacho con cabello azul. Tan familiar y cálido. Jimin respira profundo, con su alma vibrante y ondulante haciéndole sentir enérgico y vivo como nunca antes.

—Tu nombre real es Joon—musita Jimin, lo acaricia con suavidad—. Tu alma se pierde, tu memoria se desvanece y... Al final siempre volvemos a encontrarnos.

Sonríe viéndolo a los ojos. Tan propios. Que los ha visto por años, por siglos, por vidas enteras y siempre son tan bellos. Le da un beso en el hocico y la puerta se abre. Namjoon exhala aliviado de verlo despierto. No demora demasiado en notar que Jimin tiene algo muy distinto. El kisaeng acepta la ayuda para levantarse.

—Me alegra que estés bien.

Jimin sonríe de tal manera que parece estar feliz y radiante de alegría. Cómo si se acaba de encontrar con un antiguo ser muy querido ¡No es mentira! A pesar de que Namjoon no lo sabe. Posiblemente no lo sepa nunca, pero aquello es indiferente. Tan solo acepta el beso y el abrazo que el kisaeng le da; acaricia su cabello, besa su coronilla y disfruta de su compañía que estuvo al borde de la muerte.

Solo así llegó tan profundo para saber su patrón de existir.

Y solo así llega a comprender cómo dejar lo que le duele atrás.

~ * * * ~

Camina apoyado en Ji, quien también anda a su lado. A pesar de estar bien y aun sanando, su cuerpo se encuentra considerablemente débil. Eso no impide que quiera caminar por los jardines del palacio. Le encantan. Además, Agust prometió que vendría a pasar un tiempo con el cuándo acabará las reuniones que tiene para hoy. El dragón de escamas cobrizas le da un empujón leve para que no caiga encima suyo.

Loyal Muse | NamMin || BOOK 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora