XI. Cercanía anómala entre amigos

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— ¿Estás bien?

Jin asiente con la cabeza, Jimin no le cree. Continúa en la mala racha de vómitos. Es como si no se ha recuperado en lo absoluto. Jimin le tiende un pañuelo para que se limpie y lo abraza. Clava la barbilla en la cadera de Jin.

—Está bien. Ya no volverá a pasarte ¡Porque eres el Haengsu genial! No te harán más daño. —afirma Jimin inocente y con una amplia sonrisa. Jin la corresponde, quisiera creer que es verdad y no puede, es tan complicado.

Porque pensar que, aun habiendo sido comprado por el emperador, fue usado como prostituta cualquiera por los ancianos del consejo, es una señal de lo poco que importa aquí. De lo irrelevante que puede ser que lo usen. Ve por el rabillo del ojo que se acerca gente y solo por ello toma a Jimin de la mano para apurarse a irse.

— ¡Seokjin! —Jin aprieta los ojos y se muerde el labio—. Su presencia se amerita en la sala del té—Anuncia el hombre de edad y Jin se gira apenas disimulando la preocupación que eso le genera—. Se va a celebrar una reunión muy importante y usted-

—Me va a ayudar hoy—Jimin se asoma atrás, nota a Namjoon acercarse con las manos tras la espalda—. Mi dragón lo necesita. Iba camino a verme.

—Sí, en efecto—Corresponde Jin—. Lo lamento, no podré estar ahí. No obstante, puedo enviar a otras kisaengs para que me reemplacen. —ofrece. Sabiendo que esto sucedió solo por él, pero si van otras Haengsu, no sucederá. No son del emperador, sino del gobierno y deben respetar las categorías.

—El emperador no anunció nada—dice el hombre con recelo—. Quizá debamos-

Ji surge y aunque el par no puede verlo, queda claro que está ahí por la forma en que el suelo obtiene rasgaduras y Jin es rodeado. El dragón de Jin es visible para casi todo el mundo, tal como el de Jimin. Siendo Namjoon el único otro aquí, evidencia qué se trata de su dragón y no de alguno que esté dentro de los kisaeng. Los dos se quedan callados, hacen una reverencia y se retiran. Ji da un bufido.

Se sale de control. Tengo que buscarle un parón a esto y- ¡Namjoon!

El adolescente sale corriendo seguidos por Jin y Jimin que se sostienen la falda para seguirle el paso y llegar a donde sea que quiera dejarlos.

. . .

—Descubrí que es usual que el consejero también tenga kisaengs, porque pasa tanto tiempo estudiando que le duele la cabeza—Jimin se cubre la risa—. Si se quedan aquí unas cuantas horas no los van a fastidiar. Nadie viene.

—Claramente, que aburrimiento leer todo esto. —murmura Jin tras leer el título de un par. Son economía y política de hace tres emperadores. Que fastidio. Namjoon encoge de hombros. Jimin se da cuenta de que deja caer un pequeño papel al irse a la habitación de al lado para poder leer en paz.

Lo recoge del suelo y frunce los ojos.

—Flor... de... ¿Loto? En el agua... flota... como sí... en el cielo—Jin le quita el papel—. No entiendo. —lloriquea.

—La flor de loto flota en el agua y por ello, parece que flota en el cielo reflejado—Lee por él—. Es bonito... que raro, no pensé que el consejero pensara en inutilidades así. Es más propio de kisaengs—burla ligero—. Aunque es encantador... ya que estamos aquí, puedo ayudarte sobre la lectura. Pensé que no te interesaba y por eso no lo ofrecí.

—Si quiero Jin-hyung. —quejumbra Jimin con un puchero.

~ * * * ~

Encuentra un papel debajo de la almohada de su futón. La abre y hace sus mayores esfuerzos por leerlo.

La sirena que canta y encanta.
No la sigas jamás.
O en el agua te quedarás.

Loyal Muse | NamMin || BOOK 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora