XII. Una trampa o una diversión para el emperador

508 107 30
                                    

La guerra hace que el tiempo pase insanamente lento. Escuchar de ataques en un pueblo, en otro, que podrían venir a Hanyang. Que tropas coreanas han podido causar el mismo daño en la isla de Japón. Es un desbarajuste que tiene a todos intranquilos. Incluso a ellos que están en la zona más segura posible.

—No lo enviarían ¿verdad? —pregunta Jimin a Agust que niega con la cabeza. Ambos se abrazan las piernas mientras ven a Jungkook entrenar con la lanza y luego la espada. Jin le da palmadas en la espalda a Agust primero. El cielo gris da a pensar que nevará.

—El mínimo de edad de un soldado es quince. Estará bien—asegura Jin despreocupado al respecto—. Además, con su dragón tampoco sería capaz de hacer mucho durante el día.

— No le importa. —murmura Jimin y ambos lo ven con preocupación.

Si alguien sabe de qué piensa o qué hará Hojoon, es Jimin. Los sobre salta escuchar que alguien más baja por las tablillas del techo. Namjoon toma asiento junto a Jimin, Ji echado y la cabeza levantada para observar a Jungkook entrenar. Para su edad es bastante bueno. No obstante, es posible notar que aun está constipado por la muerte de su madre. Es muy joven y fue una escena traumática.

—Hay una alerta de que podrían atacar aquí pronto—comenta Namjoon—. Y nos enviaran al palacio del noroeste. Que está muy cerca de China. No se atreverían a ir ahí, porque corren riesgo de enemistarse con China también. —Jin arruga un poco la cara.

— ¿Solo nosotros? ¿Y el emperador?

—El irá después. Si vamos todos juntos, es posible que se sepa del desplazamiento.

—pero ¿Por qué nosotros? ¿No debería ir solo Agust? Es el príncipe heredero. —añade Jimin. Namjoon encoge de hombros.

—Le sugerí enviarnos a todos. Si Agust sufre daño, sería fatal, porque Aun no hay más herederos—explica Namjoon—. También corremos el riesgo de que, si me matan, Ji podría acabar en algún japonés por accidente. Están poblando nuestro territorio después de todo.

Como si fuese tan tonto como para equivocarme de lugar.

—Que cómico suena. —ríe Jimin hacia Ji.

— ¿También irá Jungkook? —Namjoon asiente y Agust vuelve al frente—. Estaremos un tiempo solos entonces. Me gusta esa idea. —Cierra los ojos para dormitar. Jin no sabe si es realmente buena idea.

Aquí se condensa toda la fuerza y aunque es cierto que podría involucrarse China, también es posible que lo hagan en contra de Corea y ¡Estarían más cerca de ellos! Que Namjoon le haga un gesto de silencio le hace saber que piensa lo mismo. No obstante, debe tener otra cosa en mente. Nada raro, tiene al dragón de la sabiduría después de todo.

Pequeños copos de nieve empiezan a caer. Jimin se ríe por uno que le cae en la nariz. Soo surge y vuela alto, causa mayor cantidad de copos de nueve sobre ellos. Hasta dejar caer una montaña de nieve sobre Jungkook que saca la cabeza y hace un puchero, Jimin saluda con la mano, divertido.

~ * * * ~

— ¡Quiero ir con ellos! —Insiste Jimin.

—No. Irás conmigo.

—pero mi señor...

—Debes quedarte conmigo para estar a salvo. Es muy básico y simple.

Jimin arruga la cara por los besos en el cuello y mejilla que le da Hojoon. Se ha vuelto insistente en mantenerlo con él. Como si cualquier cosa fuese a explotar aquí de repente. Resopla con fastidio y se decide a irse antes. Así sea escapándose o consiguiendo que Hojoon lo deje irse.

Loyal Muse | NamMin || BOOK 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora