XLI. Aspiraciones, gustos, disgustos, comodidad

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Suelta un gemido largo, su espalda en constante roce con el peso de Namjoon encima suyo. Aprieta el futón y su cabello moja tanto el suelo como la tela. Namjoon lo besa y muerde en los hombros sin dejar de mover la cadera en contra del kisaeng. Su mano derecho aprieta y masturba el pene de Jimin que llega al orgasmo. Relaja el cuerpo y tiembla en su lugar.

Recuesta la frente en la nuca de Jimin, introduce su pene con fuerza y hasta lo más que puede; la ingle le choca con los glúteos de Jimin, un ligero y opacado aplauso entre ambos. La zurda masajea el pecho ligeramente abultado, jalando el pezón levantado y duro. Gruñe entre dientes, gime y se deja caer sobre Jimin. Este lloriquea y trata de recuperar la respiración. La sensación de que el semen de Namjoon lo llena por completo adentro le provoca un sonrojo.

Gira boca arriba cuando Namjoon se aparta. Se lleva una mano al pecho, siente su propio corazón alborotado. Abre los ojos de par en par y levanta las piernas abiertas. Gemidos escandalosos y sorprendidos escapan de su boca enrojecida por la tinta corrida. Jala el cabello de Namjoon que ahora está entre sus piernas, le deshace el topknot y cierra los muslos, angustiado. El consejero chupa la virilidad a la vez que saca el semen del culo de Jimin.

Incluso a día de hoy, le genera incomodidad y desagrado el que el área sea tan lisa y la cicatriz casi no exista; la zona vacía donde claramente falta algo. Jimin chilla y aprieta los ojos, los dientes, presiona a Namjoon contra suya, ocasiona que el orgasmo quede en la boca del mayor. Namjoon lo traga y se relame. El pecho de Jimin sube y baja, Namjoon le acaricia los costados, besa el abdomen plano, terso y trabajado a medida que sube hasta su pecho, introducido entre las piernas del kisaeng.

Jimin le desordena un poco el cabello, Namjoon tiene la mala manía de chuparle el pecho y empieza a creer que por culpa de él, está un poco más grandes. Namjoon sabe que no es así, pero hacerlo pensar así es mejor a que piense que su cuerpo está mal.

Cuando en realidad, por la falta de hormonas masculinas, las femeninas hacen de todo y a más crece, se vuelve más afeminado. Si bien no puede decir que tiene senos, están a casi nada de parecerlo.

— ¿Quieres otra vez? —pregunta Namjoon con una gota de sudor cayéndole por la nariz. Jimin asiente, lo abraza por los hombros y con las piernas; el gemido por la penetración queda ahogado en la boca de Namjoon. La mano de Namjoon en la virilidad atrofiada del kisaeng y la otra acariciándole la cabeza llena de cabello azul acuoso.

Jimin se arquea, solloza placentero y casi en todo momento se mantiene con los ojos cerrados para disfrutarlo más. Namjoon no hace sino verlo, complacido de conseguir que esto se volviera algo de entero disfrute para él. Al principio podía notar que lo incomodaba, ni siquiera le preguntaba por hacerlo más de dos veces. Acababa ahí y ya está. Ahora pueden pasar una semana haciéndolo por la noche y ser Jimin quien lo busca.

Le gusta hacerlo feliz...

Le gusta que esté cómodo.

Le gusta complacerlo.

—Namjooooon. —ronronea con una sonrisa de deje travieso y Namjoon se ríe por igual.

Y le gusta que se le olvida todo y simplemente lo llama por su nombre.

~ * * * ~

— ¿Disculpa?

—No me vas a decir que las kisaeng no son unas putas cuando tú, siendo Haengsu, te acuestas con Namjoon. Hasta donde entiendo, eso es una puta—resopla Yoongi, el cabello negro con una buena porción de las raíces rubias—. Por más que intentes hacerlo sonar bonito, esa no es la realidad. Eres una puta, él será una y así hasta que se mueran.

Jimin suelta un profundo respiro. Alguien dele paciencia, Yoongi es tan insufrible a veces. Lo peor es que se nota que lo hace a propósito. Conseguir provocarlos y hartarlos. Niega con la cabeza.

Loyal Muse | NamMin || BOOK 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora