XXVIII. Palabras que se deslizan como agua

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Toma un profundo respiro antes de pasar las manos por su rostro. Está mareado. Nunca había bebido tanto como hoy. Borracho, en resumen. Jungkook es arrastrado por su dragona que se balancea de forma torpe. Es ciertamente cómico el que, por vinculación, ella esté igual de mal. Namjoon tambalea de pie y refunfuña sin cesar. Ji trata de mantenerse en mejor forma que él, pero cuesta. No pudo evitar que bebiera. Todos sus usuarios hasta ahora fueron abstemios. Este cambio es exageradamente brusco y lejos de su capacidad.

Namjoon en lugar de dirigirse a su habitación, se dirige a dónde dejo a Jimin más temprano. Es tarde, muy tarde, se quedó hablando y bebiendo con Jungkook por discutir algunas cosas importantes que al final se quedaron de lado. Rompe la puerta sin querer. Tarda diez minutos en dejar de mirar ese agujero en el papel. Que desastre, ahora podrían ver dentro. Trata de arreglarlo y solo consigue romper más el papel de la puerta. Ji lo empuja para que entre sin más. Perdido y creyendo que es su habitación.

Entra torpe y por obvias razones, Jimin ya estaba cerca de la puerta ¿Cómo ignorar que alguien tiene aires de pájaro y la picotea? Imposible. Lo sorprende ver a Namjoon. El hedor que desprende es uno exageradamente familiar. Por inercia retrocede un paso. Siempre que Hojoon se le acercaba con la peste a alcohol era sinónimo a prepararse, porque él iba a hacerle daño. Más del habitual. Al mismo tiempo, sería escucharlo desvariar y decir más tonterías de las usuales. Namjoon respira por la boca, sus ojos clavados en Jimin. El pequeño kisaeng de cabello azulado.

Jimin da un chillido ahogado cuando lo ve acercarse y su impulso de huir llega muy tarde. Namjoon lo consigue agarrar y el beso que iniciar es exigente. Casi desesperado por comerse al muchacho. Jimin gime dentro de la boca ajena y aunque Namjoon lo sujeta, no lo trata de desnudar en lo absoluto. Solo lo sostiene. Un ansia inmensa por sujetarlo. Al separarse instante solo consigue que vuelva a empezar y le destruya los pulmones a su falta de aire. El cabello azul que se extiende como un río por el cuarto.

Jimin tropieza y Namjoon cae junto con él. Presiona su cuerpo con el de Jimin y el kisaeng le da palmadas para que lo suelte. Su pecho sube y baja a prisa por la falta de aire. Namjoon continúa con su intensa mirada en él.

—Te veías tan hermoso bailando—balbucea y Jimin levanta una ceja—. Más que ningún otro kisaeng que haya estado aquí alguna vez. Eres lo más hermoso que puedo haber—Namjoon le acaricia el rostro y Jimin permanece callado de la impresión—. Ninguno de ellos podía resistirse a ti. Porque eres bello, perfecto, hermoso.

—Emm... m-mi señor ¿Quiere que...?

—Quiero que se alejen de ti. Quiero que todos se vayan lejos y no te miren más—Recuesta la cabeza en el pecho de Jimin. Ignora o no tiene capacidad de percibir lo rápido que late su corazón—. Haces que todos te deseen, pero nadie te va a hacer feliz. Se que ninguno te puede hacer feliz o cuidarte. Solo yo. Solo yo quiero eso—Jimin busca a Soo con la mirada. Al hacerla está en una situación similar con Ji aplastándola y a juzgar por sus ojos abiertos y mandíbula caída no alucina está conversación—. Finalmente puedo protegerte de verdad y evitar que nadie más te dañe o te tenga. Te quiero junto a mí. Siempre te he querido junto a mí. —Y llora.

De repente Namjoon se pone a llorar. Jimin trata de quitárselo de encima y hacerle entrar en razón. No obstante, es inútil. Namjoon está como peso muerto encima suya. Un peso muerto que habla demasiado y el kisaeng no sabe qué pensar al respecto.

Porque los borrachos son sinceros. Son desinhibidos.

Es decir, esto es lo que Namjoon piensa sin esconderlo o camuflarlo en lenguaje complejo.

—Quisiera encontrar la manera de que entiendas lo bello y especial que eres para mí, pero no sé cómo hacerlo... olvidé como hacerlo porque ya no... ya no puedo ser yo. Tengo que ser un consejero nada más... Me duele estar así, porque te vas a alejar y no podré recuperarte jamás. —solloza Namjoon y no se detiene, se vuelve complicado comprender qué demonios son sus palabras.

Loyal Muse | NamMin || BOOK 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora