XXIV. Señales ocasionales con resultados pasionales

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—Lees terrible.

—No he tenido que leer en voz alta antes, mi señor. —excusa Jimin abochornado. Que Namjoon se lo diga de forma tan directa quiere decir que hay críos de tres años que lo hacen mucho mejor. Qué vergüenza. El consejero blanquea los ojos con claro disgusto.

—No es una excusa ¿Que te han enseñado en la escuela de kisaengs?

—A bailar y cantar nada más.

— ¿Y no ha leer?

—No.

— ¿Por qué?

Jimin no le responde y decide simplemente irse a sufrir solo con su lectura. Ji se retuerce un poco en su lugar. Tampoco entiende a qué se pueda deber ¿Qué es Samsu? Incluso a ellas se las instruye. Después de todo, serán enfermeras o costureras cuando se retiren y si no saben leer un pedido ¿Cómo lo harán? Por no decir que varias también de convierten en maestras de otras kisaeng. Namjoon chaquea la lengua con molestia y decide ir a investigar por sí mismo de qué se trata.

El kisaeng continúa con lo que lee en su habitación. Le cuesta un largo rato, pero lo consigue y se siente satisfecho de ello. Se dedica a replicarlo para practicar la escritura como Namjoon le dijo que hiciera en su momento. Se supone que es su profesor en estas cosas y se sorprende de esta realidad. Es un tanto irónico. Detiene su mano y observa los trazos que poco a poco se han ido mejorando. Suspira y recuerda las notas tan horribles que escribía antes.

Las notas que nunca llegaban a su dueño.

Que eran dadas al emperador para no sufrir problemas.

Se pregunta si las notas que Namjoon les dio siguen allá, en el fondo del estanque oeste.

Deja el pincel y aparta el papel. Tiene las manos llenas de tinta. La hace flotar, la saca así de su piel y vestimenta. Arruga un poco las cejas y tras un esfuerzo, consigue que aterricé en el papel de la forma exacta en la que él desea que lo haga. Suelta aire y da cuenta que es Ji. Mira a Soo con molestia y la dragona se balancea de un lado a otro.

—Te gusta un viejo ¿Eh? —acusa a la dragona que gorgorea.

Es... Muy... Esp...

Mira alrededor ¿Ese sonido de dónde vino?

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Mira alrededor ¿Ese sonido de dónde vino?

~ * * * ~

—Debes hacer un trazo más recto. De este modo.

Jimin se muerde los labios y para de respirar. Namjoon le guía en la forma de mover la mano para escribir y que no se vea tan mal. Los círculos con poco pulso y el mal manejo del pincel, las líneas muy inclinadas y sin rectitud. La forma en que Namjoon lo sujeta con ternura y apenas hace la presión suficiente para que lo deje llevar el control. Al terminar, Jimin repite la misma palabra en el papel con una mejoría considerable. Namjoon le arrebata el pincel con cuidado y escribe lo mismo.

Loyal Muse | NamMin || BOOK 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora