IX. Con temor de ser la siguiente víctima

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Mira fijamente a Jimin que duerme boca arriba en el futón. El cabello azul y lacio desperdigado en el suelo y tela. Es un niño demasiado lindo. Simplemente le encanta y Hojoon empieza a creer que Jimin se ha enamorado de él. Así sea de forma paternal y poco definida ¿Por qué lo cree? Porque últimamente lo abraza cuando tienen relaciones, la forma en que lo mira, en cómo habla.

Es su tierno niño que recién cumple seis años. Cerca del inicio del invierno. En el día de su cumpleaños lo abrazó y besó en la boca como agradecimiento por su regalo. Y además, también al tener relaciones sexuales se comporta bien. Sigue llorando, pero es pequeño así que es natural que le duela. No obstante, ha dejado la rebeldía de lado y por ende no tiene que hacerlo quedarse en silencio.

Puede escuchar como gime, acepta todo lo que quiera hacer. Hojoon está convencido de que en este tiempo ¡Jimin lo quiere! Incluso más de lo que pueda querer a Hosung. Se deshará de su hermano en algún momento. Así tendría al kisaeng para sí mismo, esta vez, no piensa compartir. Se arrima en el futón, hace a Jimin girar el rostro y lo besa en los labios.

Siendo así, a diferencia de su actual y única concubina, no lo engañaría. Tendría un hijo suyo. Un príncipe de jade. Uno que no fuese como esos gemelos albinos que le dio su actual esposa. Demora en dormirse solo por fantasear con la idea. Apenas cumpla doce, lo hará embarazarse...

Y no, la edad no lo preocupa en lo absoluto. Tiene cincuenta, cierto, pero Jimin es un dragón de agua; es una criatura que se rejuvenece a sí misma si eso desea y lo hace con otros. Su dragona siendo adulta hace cosas sin saberlo. Entre ellas, impedir que dolores y problemas de edad lo estén aquejando. No se había dado cuenta hasta hace muy poco cuando el médico real le hizo su revisión en busca de algún problema que no se notara.

En conclusión, Jimin lo quiere tanto que incluso lo ayuda a mantenerse más vivo. A que su vida pueda extenderse y la pueda pasar con él ¿Qué más muestra de amor que esa? Es su pequeño y tierno niño llorón.

~ * * * ~

-Jimin por favor-

-No quiero ir sin ti. Me miran feo.

-Estás mejor allá.

- ¡NOOO! ¡ME QUIERO QUEDAR CONTIGO!

Jin da un quejido frustrado. Jimin está pegado a él. Para este momento debería estar en la casa de kisaengs, pero ya que Jin se queda a vivir en el palacio al haber sido comprado por el emperador, ya no pertenece allá. Sino con su señor y es, en regla, su concubino. Aun no le ha hecho nada. Jin teme que llegue el día en que suceda.

-No me dejes solo. Me dijiste que te quedarías conmigo. -gimotea angustiado. Jin exhala agotado. Qué más queda, lo peor es que su dragona, Eunji, se burla de él junto a Soo.

~ * * * ~

-Pase.

Namjoon permanece echado en el suelo, leyendo el libro de la pila más pequeña a la derecha de su cabeza, mientras la más alta a la izquierda es lo que ha terminado. Se impresión a sí mismo de lo capaz que es de leer todo el día sin parar. Aunque si es franco, hace trampa. La mitad no son los que Ji quisiera que leyera.

Son de poseía y de arte, explicaciones de las danzas que se realizan en distintos pueblos y cosas así. Su lectura se interrumpe por completo por el rostro que aparece de golpe. Da un chillido y golpea la frente con la contraria. Jimin retrocede siseando mientras se frota la zona.

-A-ay...

-Perdón. -lloriquea el kisaeng.

- ¿Qué haces aquí? -pregunta sorprendido y extrañado.

Loyal Muse | NamMin || BOOK 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora