2| El Ogro De Ojos Bonitos

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Unos días después de ser oficialmente aceptada para realizar sus prácticas profesionales, Nazneen se dirige al piso donde trabaja su amigo Alí, pero al llegar se da cuenta de que hay demasiado silencio y sólo una grave voz resuena por todo el lugar. La imponente figura del Dr. Ferman cubre la mayor parte del cuerpo de la persona que tiene acorralada contra un escritorio, las personas alrededor intentan interceder pero parece que su temor hacia el ojiazul es mayor, con evidente molestia avanza unos pasos más y es entonces que cae en cuenta de que se trata de su amigo y siente que le hierve la sangre. ¿A caso ese gigante no comprende lo que está ocasionando? ¿Es idiota o qué? ¿Quién se cree para creer que puede hablarle a si a la gente o peor imponerles su voluntad? Pensamientos como estos invaden la mente de la castaña mientras acelera el paso para quedar entre ambos doctores y encarar al que ha sido su crush durante años.

— No se meta, señorita Dyncer.

— Usted no me gobierna y me meto porque está siendo demasiado grosero, por no decir otra cosa –la sorpresa invade el rostro de Ferman pero lazándole una mirada helada responde...

— Esto es entre Alí y yo, si no quiere que...

— Dr. Ferman, acompáñeme a mi oficina por favor.

El mencionado acata la orden de la pelirroja, no sin antes dirigirle una fría mirada de advertencia a ambos jóvenes, Alí sigue jugando con sus manos nerviosamente tratando de evitar la mirada del doctor, pero Nazneen no deja de mirarlo ni por un segundo juzgándose a sí misma como loca por sentir atracción hacia un tipo así de grosero.

— Parece que habrá problemas en el paraíso –habla el doctor Demir y automáticamente lo mira confundida – ¿no lo sabías? La señorita Beliz es la novia del Dr. Ferman, aunque honestamente no entiendo cómo lo soporta.

— Tal vez con ella se comporte de diferente forma –habla Acelya.

— Lo dudo –Güneş tiene ahora la atención –suele ser demasiado frío y odia las demostraciones de afecto, ni siquiera he visto que le sonría.

— Bueno, creo que ya es suficiente, debemos volver al trabajo –Nazli parece ser la voz de la razón en esta área – ¿Alí necesitas algo? –el joven niega y todos se dispersan excepto su amiga.

— Vamos a comer algo –dice para animarlo, pero él se niega – ¿no tienes hambre? Entonces qué te parece si vamos a dar un paseo o a ver las nubes en el techo.

— El techo suena bien –es todo lo que dice y se dirigen al lugar mencionado.

Una vez ahí, Nazneen se limita a acompañarlo en silencio, sabe que cuando algo molesta o atormenta a Alí lo mejor es no tratar de hacerlo hablar porque eso lo estresará aún más, así que se sienta y comienza a observar el paisaje junto a su amigo.



— Alí, debo volver, –la castaña se levanta después de un rato de meditación –pero te veré más tarde, ¿de acuerdo?

— Deberías consumir más vitamina C.

— ¿Disculpa?

— Las manchas en tu cuello se crean debido a la falta de vitaminas, especialmente la vitamina C que ayuda al cuidado de la piel, además creo que deberías comer mejor.

— Bueno iba a comer, pero mi amigo nece
sitaba mi ayuda –bromea, pero el chico no responde, aunque ella está acostumbrada a que no le siga las bromas, Alí es diferente pero le agrada.

— Puedo ver que estos años en que no nos vimos adaptaste hábitos poco saludables, deberías cuidarte más.

— Te prometo que trataré de hacerlo, por ahora deberías comer algo tú también. Te veo después –sonriendo la chica cruza sus manos sobre el pecho en señal de que le brinda un abrazo, Alí lo entiende, era su forma de darse apoyo de pequeños debido a que él no deja que lo toquen.

Dr. FermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora