43| Golpe De Realidad.

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La enorme sonrisa no abandonaba su rostro, se sentía la mujer más feliz de toda Turquía y del mundo en general. Él, por su parte, no dejaba de contemplarla con admiración y, satisfecho de estar tan cerca de ella física y espiritualmente, le hacía sentir una inexplicable paz y felicidad.

Se encontraban paseando entre las tiendas de artesanías, más tarde se reunirían con Senay y su novio para cenar, ya que mañana por la tarde estarían de vuelta en Estambul. "Esta noche, iremos de fiesta y disfrutaremos hasta el amanecer", alegó unas horas antes cuando llamó a Nazneen para proponerle el plan. La pulga no le puedo negar a su amiga, a pesar de no ser el tipo de planes que ella o Ferman mueran por hacer, esta noche sería la excepción, estaban en Antalya y una noche al año no hace daño.

— Una lámpara para su casa, señorita -se acerca un vendedor.

— Ya le regalé una -contesta el ojiazul y ella le agradece al hombre siguiendo su camino -espero que aún la conserve, señorita Dyncer.

— Como un gran tesoro, doctor, dicen que los ogros son muy tacaños y yo logré que uno me regalara una hermosa lámpara.

— Pulga insolente.

— Ven, compremos allá -lo jala señalando un puesto más pequeño en el que hay un sin fin de objetos colgados, bolsos pequeños, pulseras y pequeñas tazas.

Nazneen lleva su mirada a las pulseras tejidas que reposan en la mesa, tienen diversos colores y algunas también tienen piedras o dijes. Finalmente toma dos para pagarlas y nuevamente busca la mano del ojiazul, pero no para entrelazarla con la suya, sino para colocar la pulsera de hilos azules y plata un poco más gruesa que la que reposa en su mano, ninguno dice nada, solo se limitan a observar el amarre de la joven para después Ferman hacer lo mismo. Y con la pulga sonriendo de oreja a oreja continúan su trayecto en el que Nazneen hace más compras para llevar a su familia. Parece una niña pequeña, esa mujer era amante de las cosas simples y eso era una de las cosas que hacían a Ferman amarla más.

— ¿Y si mejor nos quedamos aquí? -el ojiazul rodea su cintura repartiendo besos por su hombro descubierto, Nazneen lleva un vestido café claro con tirantes muy delgados y ceñido al cuerpo.

— Claro, pero tú enfrentarás la furia de Senay, y te advierto que es peor que yo.

— No les tengo miedo - Se burla cruzando los brazos, ¿qué pueden hacerle una pulga y su amiga?

— Solo diré que si yo puse bolitas de unicel en tu carro ella lo hará pero con la baba verde que pusiste en mi libro.

— ¿Cómo es posible que haya tanta maldad en dos cuerpos tan pequeños?

— Es un don, supongo - sonríe con suficiencia y él se acerca a cargarla y depositarla en la cama, se acomoda sobre ella si aplastar la y agrega:

— Escucha, pulga, iremos a esa cena; pero después nos escabulliremos lejos de tu amiga demente, asesina coches - Nazneen solo se ríe, sabe que Senay no permitirá su escape.

Ferman la besa con pasión y, con mucho pesar, se separa para continuar poniéndose las botas. Ella, por su parte, se dirige al espejo para acomodar su cabello y una vez ambos están listos, él le da un beso corto y bajan para encontrarse con Senay y Josh.



Las dos mujeres sonríen sin parar, estando juntas solo son risa y, aunque esta vez están acompañadas de sus respectivas parejas, eso no las limita a ser las amigas que siempre han sido. Ferman, que camina más atrás con Josh, se mantiene serio, es su naturaleza, siempre le ha costado relacionarse con las personas a pesar de su profesión. En cambio, el rubio, se mantiene relajado y riendo con las ocurrencias de las chicas.

Dr. FermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora