8| Sorpresa En La Oficina.

581 45 1
                                    

Apenas pone un pie dentro del hospital puede percatarse de un gran escándalo que se lleva a cabo, parece ser una emergencia; solo alcanza a distinguir una aguda voz de una pequeña y la inigualable voz de Alí. Nazneen gira a todos lados tratando de buscar algún familiar de la pequeña, pero no logra su objetivo y decide acercarse hasta que unas risas provenientes de la niña y los paramédicos la detienen en seco.

— ¿Por qué se ríen? Esto es serio –dice el residente.

— Tranquilo Alí –habla uno de los paramédicos –es solo una broma, esta pequeña siempre viene a tomarnos el pelo.

— ¿Acaso creen que esto es gracioso? –la furia se nota en el rostro de Alí, no está acostumbrado a este tipo de cosas y menos tratándose de un caso de salud –¡Nazneen, diles! Esto no es gracioso, la salud es algo serio.

— Ven, Alí, vamos a otro lugar.

— Esto no está bien, ¿cierto? No deberían hacer estas cosas, ¿por qué lo hacen? –sigue hablando mientras nos alejamos.

— Tranquilízate, es solo una niña.

— Pero eso no es bueno, la salud es cosa seria.

— Tienes razón, pero ahora nada ganas con enfadarte.

La joven escucha a su amigo, mientras analiza la situación, sabe que refutarle no hará que cambie de opinión, así que solo espera a que él mismo baje la intensidad. A esa pequeña no parece importarle de quien se trate siempre y cuando pueda hacer la broma, por lo que pudo observar es conocida en el hospital y la aprecian, quizá ella pueda ayudarla a vengarse de ese ogro ojiazul que hace unos días la envió a hacer un montón de papeleo a otra área del hospital mientras Kerem era dado de alta. Para ella fue obvio lo que tramaba Ferman, después de la video-llamada no se iba quedar en paz, él tenía que ganar a como diera lugar.

— Buenos días, chicos, –Burcu llega a nosotros y después de saludarla, me encamino con ella –Nazneen, hoy te encargarás del caso de la pequeña Betüş, tiene un problema con sus intestinos y necesita un trasplante, pero no se han encontrado donadores –comienza a relatar todo el proceso que esa pobre niña ha tenido que pasar, la única persona que tiene es a su hermana, la cual también es demasiado joven.

Resulta interesante que justo esa pequeña, que ha pasado por tanto, aún tenga energías para hacer bromas a pesar del dolor abdominal que pueda llegar a sentir. Sin embargo, esa alegre pacientita también le caía como anillo al dedo, siempre le han gustado los niños, pero esta pequeña sería su cómplice contra el jirafo que robó su corazón.



— ¿Tú quién eres? –dice la pequeña en cuanto ve a Nazneen entrar a la habitación.

— Me llamo Nazneen Dyncer, soy trabaja...

— Espera, te he visto, eres amiga del doctor quejumbroso –la castaña no puede evitar reír ante el apodo.

— Soy amiga de Alí, pero no te lo tomes a mal, lo que pasa es que no está acostumbrado a las bromas.

— Si vienes a interceder por él...

— Nada de eso, en realidad venía a conocerte porque a partir de ahora yo llevaré tu caso, además quiero proponerte algo.

— Te escucho.

— Me dijeron que eres muy buena con las bromas –ella asiente –y quiero que me ayudes a hacerle una al doctor Ferman.

La cara de la niña se llena de incredulidad cuando escucha el nombre del jefe de residentes, Ferman es muy serio y nadie se mete con él, ni siquiera ella. Aunque siempre se ha portado amable con ella, le tiene demasiado respeto, además algún día será enfermera y trabajará con él.

Dr. FermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora